Una vez más, la Gendarmería, bajo la responsabilidad de Patricia Bullrich, aparece involucrada en lo que sería un asesinato a sangre fría de un joven bagayero en la localidad de Aguas Blancas, en la ciudad de Orán, Salta. La Justicia está investigando lo sucedido aquella noche, cuando Fernando Martín Gómez, un pobre entre los pobres, recibió un balazo por parte de un gendarme. La ministra Patricia Bullrich, como sucedió con Rafael Nahuel, rápidamente salió a decir que el muerto era “un narco”. Sin embargo, la población de la zona denunció esta mentira, realizó un corte total en la Ruta Nacional 50 junto a familiares y compañeros de Gómez, y la Gendarmería reprimió violentamente.
Los grandes medios nacionales, alineados con el gobierno de Milei, mantuvieron silencio sobre la dudosa muerte, pero se enfocaron en la pelea entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y la ministra Bullrich sobre otro gendarme: el argentino Nahuel Gallo, detenido por las autoridades de Venezuela, que lo acusan de ser espía.
Ayer por la tarde, la vicepresidenta afirmó que “nunca hubiera autorizado a un gendarme a viajar a Venezuela”, en relación al caso de Gallo, detenido en el país caribeño desde el 8 de diciembre. La ministra de Seguridad respondió rápidamente.
“Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela”, escribió Villarruel en la red social X en respuesta a un usuario que le preguntó sobre el caso. También consideró que lo sucedido era “la consecuencia tristemente obvia” de haber autorizado el viaje y agregó: “Como no soy del área de Seguridad, no opino de las sanciones y acciones que se debieran tomar”, aunque luego borró el mensaje.
Bullrich no tardó en replicar: “Sra. Vicepresidenta: resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político”, le escribió.
La ministra continuó: “Es claro que usted habla con total desconocimiento de los canales y mecanismos administrativos que rigen en el marco de la Gendarmería Nacional. La autorización de viajes se otorga a través de la Dirección de Personal”, explicó. Además, arremetió contra Villarruel, quien últimamente parece estar desplazada del Gobierno:
“Si quiere servir a la Patria, como argentina le pido que se ocupe de frenar el descabellado e inminente aumento de sueldos en el Senado de la Nación. La ciudadanía está haciendo un esfuerzo heroico para superar la crisis heredada y no merece financiar dietas de 9.5 millones para ningún legislador”, apuntó Bullrich.
Según las autoridades argentinas, Gallo ingresó el 8 de diciembre a Venezuela desde Colombia a través de un paso fronterizo terrestre, cruzando el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, para dirigirse al estado venezolano de Táchira (oeste) con el propósito de visitar a su pareja, con quien tiene un hijo.
Por su parte, el gobierno de Maduro afirmó que el gendarme ingresó al país con “planes terroristas” que comprometen al gobierno de Milei. Según el canciller venezolano Yván Gil, “han cometido un grave error y han dejado innumerables pruebas físicas que los comprometen en un plan terrorista”.
Mientras tanto, Brasil y Colombia intentan mediar, pero el gobierno argentino aún no ha hecho público un pedido formal al respecto.