
Cada día cobra más sentido el apodo que el escritor Jorge Asís le puso al presidente Javier Milei: “El Psiquiátrico”. Ayer tuvo su día de furia al despedir a varios funcionarios de su gobierno por adelantar que aumentarán la edad jubilatoria y que seguirán recortando fondos a los jubilados para alimentar la “bicicleta financiera” de sus amigos.
Más allá de que jura y perjura que no va a devaluar, la realidad es que el Banco Central está sin dólares y cubriendo la fiesta de unos pocos que viajan por el mundo y gastan a manos llenas con un dólar barato que solo sirve para destruir la industria nacional.
Hasta aquí, la locura y las mentiras de todos los días. Pero ayer se notó que el presidente no había tomado su medicación habitual, y volvió a suceder en un estudio de televisión de un canal afín, A24, donde lo acompañan todos sus amigos: desde Eduardo Feinmann hasta Pablo Rossi, pasando por Antonio Laje y Nico Wiñazki.
En medio de una entrevista, el micrófono comenzó a fallar y a emitir un pequeño ruido, lo que desató la furia del presidente, quien inmediatamente consideró que se trataba de un “sabotaje”, como en la campaña electoral con los “tosedores” de Sergio Massa. El enojo de Milei fue tal que, horas después, volvió a dar otra entrevista y declaró sobre el incidente: “No me sorprende: quisieron replicar las mañas de la campaña del 2023. Una verdadera vergüenza, me sabotearon, fue bochornoso”.
El presidente pasó el resto del día fuera de sí y se dedicó a retuitear al coro de aduladores que hablaban del supuesto “boicot” en su contra, al que calificó como un “sabotaje kirchnerista”.
“De los creadores de ‘Los Tosedores’, llegan ahora ‘Los Muteadores’. Siempre en la trampa, siempre en el chiquitaje, siempre sucios”, decía una de las publicaciones que retuiteó el mandatario.
Otro de los que se pronunció fue el libertario conocido como “La Pistarini”, quien sostuvo que la falla de los micrófonos “no es casualidad” sino “una vergüenza”.
Entre los que denunciaban un complot, el usuario Eduardo Gaume afirmó que hubo “mano negra”: “Pensé que era un problema mío por Internet o por otro motivo. Ahora ato cabos con sucesos similares que recuerdo haber experimentado en otras oportunidades. No tienen vergüenza”, comentó.
Otro que expresó su descontento fue el usuario Daniel Rivadulla, quien aseguró que se trataba de las “viejas sucias prácticas”. “No me extraña de Antonio Laje, que operó junto con (Daniel) Hadad y (Eduardo) Feinmann, entre otros, en el golpe institucional contra (Fernando) de la Rúa”, publicó sobre la entrevista. Al final, nadie se salvó del ataque de la tropa, como suele suceder.
Un presidente cada día más alterado, fuera de sí, que gobierna sin interés por lo que sucede puertas adentro del país: jubilaciones miserables, despidos masivos, cierre de fábricas, menos salud y menos educación pública.
Parafraseando a Lacan a partir del apodo “El Psiquiátrico”, el genial mote de Jorge Asís para el presidente, el gran psicoanalista decía que no solo está loco el mendigo que se cree rey, sino también el rey que se cree rey y olvida que está ahí porque el pueblo lo acepta, pese a las privaciones a las que los somete. Pero, decía Lacan, si el rey se la cree demasiado, tarde o temprano lo terminan ahorcando.