
Cada día la situación se vuelve más compleja. La expresidenta amaga con encabezar las listas de diputados provinciales para castigar a los intendentes díscolos que responden al gobernador en caso de que este decida desdoblar las elecciones. En la reunión realizada el domingo en un camping de Ezeiza, afirmó que “está dispuesta a jugar” y ser candidata a legisladora provincial si es necesario.
Del encuentro, organizado por Máximo Kirchner, participaron Teresa García y los jefes comunales Mayra Mendoza, Federico Otermín, Damián Selci, Mariel Fernández, Leonardo Nardini y Julián Álvarez, entre otros.
Paralelamente, ayer por la mañana, el ministro Carlos Bianco afirmó que el proyecto de Teresa García “es claramente inconstitucional”, mientras mostraba ante las cámaras un ejemplar de la Constitución bonaerense. La respuesta de la senadora no tardó en llegar: “Que el ministro deje de mentirle a los bonaerenses”.
Días atrás, 47 intendentes vinculados al peronismo y 27 de la Unión Cívica Radical le pidieron al gobernador que desdoble las elecciones. Mientras tanto, Axel Kicillof esperará hasta el jueves, cuando la Legislatura decida si suspende o no las PASO. Ese mismo día, en horas de la tarde, el gobernador cerrará un acto en el Teatro Argentino titulado “La Argentina del Futuro” y, aunque en la Gobernación no adelantan nada, podría haber definiciones. No obstante, las principales novedades se esperan para el viernes.
Como en aquellas memorables crónicas de Mario Wainfeld y sus charlas con el “politólogo sueco”, por segundo día consecutivo reaparece el histórico militante peronista de mil batallas para dejar una reflexión cargada de ironía y sabiduría.
Empieza recordando una frase de Karl Marx en El 18 Brumario de Luis Bonaparte: “La historia se repite, primero como tragedia, luego como farsa”. Me quedo en silencio para que continúe.
“El domingo, cuando Cristina fue hasta el camping en Ezeiza para reunirse con algunos intendentes que le responden, amenazó con ‘jugar fuerte’ en caso de que el gobernador desdoble las elecciones. ‘Yo estoy para jugar. Y jugar fuerte, eh’, dijo, y agregó que se presentará en una lista para diputada provincial, rompiendo así las listas de aquellos intendentes que juegan para el gobernador”.
El veterano dirigente bonaerense sigue su relato: “La actitud de Cristina me recordó al verano de 1974, cuando el general Perón citó a los diputados jóvenes que se oponían a votar las leyes para endurecer las penas. Fue contundente: ‘El que no está contento… se va’. Ocho diputados, entre ellos Carlos Kunkel, Nilda Garré y Santiago DÍaz Ortiz, debieron renunciar”.
Y concluye con una sentencia rotunda: “El problema acá son los intermediarios”.
—¿Cómo? —le pregunto.
“Axel tiene que olvidarse de los intermediarios, de un lado y del otro, y llamar directamente a Cristina. Puteándose lo que se tengan que putear, pero llegando a un acuerdo. En el 74, ocho valiosos diputados se ofendieron por el reto de Perón y renunciaron. La pelea estaba adentro, no afuera”.
Un mano a mano telefónico nos salvará de la ruptura.