Javier Milei se prepara para avanzar con una de las reformas más sensibles de su plan económico: la reforma previsional, una exigencia clave del Fondo Monetario Internacional (FMI) para continuar con el programa de financiamiento que contempla un total de 20.000 millones de dólares, de los cuales ya se desembolsaron 12.151 millones. De hecho, ya adelantó que si gana las elecciones legislativas en octubre próximo, avanzará a fondo con esta iniciativa.
La reforma al sistema jubilatorio argentino será parte del paquete legislativo que el Gobierno enviará al Congreso, junto con los cambios en materia laboral e impositiva. Sin embargo, el texto definitivo de la propuesta previsional recién se presentaría en 2026, tal como se acordó con el organismo internacional.
Según el documento técnico del FMI y fuentes del oficialismo, la reforma busca garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema, en un contexto de déficit crónico y envejecimiento poblacional.
Los principales cambios que se evalúan son:
– Suba progresiva de la edad jubilatoria
– Eliminación de regímenes especiales y de la moratoria previsional
– Simplificación de la fórmula de cálculo de haberes
– Mayor vínculo entre aportes realizados y beneficios recibidos
– Reducción de las jubilaciones sin aportes
Desde el entorno presidencial aseguran que el sistema actual es “insostenible” si no se incrementan los aportes laborales y se mejora el nivel de empleo registrado, condición que conecta directamente con la reforma laboral, que se presentará antes en el Congreso.
Mientras, el punto clave que preocupa a quienes están cerca de ingresar al sistema previsional es la suba de la edad jubilatoria, que pasaría de 60 a 65 en las mujeres, y de 65 a 70 en los hombres.
Aunque el compromiso con el FMI exige que la reforma esté vigente antes de diciembre de 2026, el Gobierno esperará a tener mayoría legislativa propia para avanzar. Por eso, la Casa Rosada proyecta esperar hasta después de las elecciones legislativas de octubre de 2025.
La razón principal de esta postergación es la complejidad que implica rediseñar el esquema previsional. A esto se suma la posibilidad de que el Ejecutivo prefiera tratar el tema en un año no electoral y con una composición legislativa más favorable, que se espera tras las elecciones de octubre.
Para el FMI, liderado por Kristalina Georgieva, la reforma jubilatoria es esencial para “mejorar la calidad del ancla fiscal”. En ese marco, considera que Argentina deberá cumplir con tres tareas claves:
– Mejorar la eficiencia y la equidad del sistema tributario (reforma fiscal).
– Fortalecer el sistema de coparticipación de ingresos y los incentivos de disciplina fiscal en todos los niveles de gobierno.
– Impulsar la sostenibilidad del sistema de pensiones.
En cumplimiento con los compromisos asumidos con el Fondo, el Gobierno decidió eliminar la moratoria previsional a finales de marzo. Así lo expresó el informe de gestión que Guillermo Francos presentó esta semana en el Congreso, donde se explicó que la medida debe entenderse en el contexto de una revisión estructural más amplia del sistema de seguridad social.