En medio de tanto dolor por los despidos masivos, el cierre de fábricas, jubilados sumidos en la miseria y niños sin acceso a medicamentos, las Abuelas de Plaza de Mayo nos devuelven una luz de esperanza: anunciaron con inmensa alegría la restitución del nieto 140, robado durante la última dictadura cívico-militar.
“¡ENCONTRAMOS al nieto 140! Convocamos a los medios a una conferencia de prensa para dar detalles sobre la feliz noticia. Hoy, a las 14 hs, en el auditorio de la Casa por la Identidad @espacio_memoria, Av. Libertador 8151”, publicaron desde la cuenta oficial de Abuelas de Plaza de Mayo en X (ex Twitter).
Este es el segundo nieto restituido en lo que va del año. En enero, se había confirmado la recuperación de la nieta 139, hija de Noemí Macedo y Daniel Inama, secuestrados y desaparecidos en 1977. Al igual que en ese caso, también aquí hubo una hermana que impulsó la búsqueda.
“Estoy imaginándome el abrazo”, se emocionó Estela de Carlotto en una entrevista con C5N. “Hay una hermana que lo buscó con nosotras”, anticipó.
El impacto de la memoria y la cultura
En los últimos días, las Abuelas informaron que se sextuplicaron las consultas de personas con dudas sobre su identidad, en gran parte gracias al impacto de la serie de Netflix “El Eternauta”, basada en la historieta creada por Héctor Germán Oesterheld, desaparecido por la dictadura, al igual que sus cuatro hijas: Marina, Diana Irene, Beatriz Marta y Estela Inés.
La serie, que se convirtió en un fenómeno tanto en Argentina como en el exterior, reavivó el interés por las historias de vida ocultas, la memoria y los crímenes del terrorismo de Estado. En ese marco, la organización H.I.J.O.S. impulsó una campaña potente: sobre el afiche promocional de Netflix, añadieron los rostros de Oesterheld y sus hijas con un mensaje claro y conmovedor:
“¿Estás mirando El Eternauta? Si naciste en noviembre de 1976 o entre noviembre de 1977 y enero de 1978 y tenés dudas sobre tu identidad —o sobre la de alguien que nació en esas fechas— contactate con @abuelasdifusion”.
En medio de la angustia y el retroceso en tantos frentes sociales, la memoria, la búsqueda de identidad y la lucha de las Abuelas nos recuerdan que hay futuro si hay verdad y justicia.