Frente al caos económico, con fábricas cerradas o paralizadas y con salarios y jubilaciones por el suelo, el presidente Javier Milei fue a La Plata a lanzar la campaña electoral. Allí volvió a los insultos contra el peronismo y, en especial, contra el gobernador Axel Kicillof, a quien calificó de “comunista enano” y aseguró que “los K son peor que el narco”.
Antes de su arribo, Kicillof se había preguntado en X con qué cara Milei venía a La Plata: “¿Con qué cara les pide el voto a los bonaerenses? ¿Con qué cara pisa La Plata, ciudad por la que nunca hizo nada y a la que solo viene para actos políticos? Desde que asumió, el Gobierno ‘Nacional’ de Milei frenó más de 1.000 obras en la Provincia: hospitales, 80 escuelas, 16 mil viviendas y obras para el desarrollo. Paralizar la obra pública es un crimen social. Pese al abandono y a los ataques, nosotros no paramos: tenemos en marcha casi 600 obras. El próximo 7 de septiembre se decide algo muy importante: tenemos que sumar fuerzas para frenar a Milei y seguir construyendo”.
Milei llegó tarde a La Plata. El pequeño estadio de Atenas, con capacidad para apenas 4.000 personas, no lograba llenarse. Desde el inicio, su discurso apuntó directamente contra la figura del gobernador, su gestión y el kirchnerismo en general. Exaltado y agresivo, afirmó que “han convertido la provincia de Buenos Aires en una vergüenza nacional”.
Cuestionó que las elecciones se hayan desdoblado y que los intendentes encabecen listas en varios distritos, calificándolo como “fraude moral”. Aunque dijo que no iba a insultar, llamó a los opositores “zombis, termos y cabeza de pulpo —donde alojan su mierda—”.
Empuñando su habitual motosierra, arremetió de nuevo contra Kicillof, a quien definió como “tirano de aldea”, “enano comunista” y “alguien que no suma ni con un ábaco”.
Ya alterado y golpeado por el escándalo del fentanilo —vinculado a la gestión de Salud y la ANMAT, que dejó casi 100 muertos—, intentó culpar al gobernador por las muertes. En ese marco, insinuó una supuesta convivencia entre el juez Ernesto Kreplak y su hermano Nicolás, ministro de Salud bonaerense. “¿Les parece justo que el juez que tiene la causa sea el hermano del ministro de Salud de Kicillof? Ese es el modelo de amiguismo, corrupción, encubrimiento y crimen que destruyó el país. Y que no quieren soltar en esta provincia, pese a todo el daño que causa”. Fuera de sí, Milei cerró advirtiendo que “quieren llevarnos a Cuba, a Venezuela, a Corea del Norte”.
Un presidente sacado, violento, preocupado porque fracasa en su política económica y porque, aunque creían que “iban a arrasar” en Buenos Aires, hoy las encuestas muestran un escenario parejo.