Esta tarde el presidente Javier Milei presentará el proyecto de Presupuesto 2026, basado en sus acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En la práctica, implicará más ajuste para los argentinos: menos educación y salud pública, salarios congelados, jubilaciones de miseria, pero con el ahorro suficiente para que el Fondo y los grandes acreedores sigan ganando.
Mientras tanto, tras una semana negra marcada por el fracaso electoral en la provincia de Buenos Aires, los vetos contra las leyes de discapacidad, la emergencia pediátrica del Garrahan y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), además de los ecos del escándalo de corrupción que involucra a su hermana Karina y el famoso “3%”, la imagen del gobierno continúa en caída libre.
A cuarenta días de las elecciones nacionales del 26 de octubre, la mayoría de los encuestadores anticipa malos resultados para La Libertad Avanza (LLA) en todo el país. Más allá de una posible derrota bonaerense a manos de Jorge Taiana, el oficialismo podría quedar tercero en Santa Fe y Córdoba, provincias en las que confiaba en arrasar.
En un detallado informe para Página/12, Raúl Kollmann reunió opiniones de varios consultores sobre el futuro de LLA:
- Hugo Haime: considera que el oficialismo necesitaría llegar a 40 puntos para sentirse ganador, algo que ve “muy dificultoso”, especialmente porque no cerró acuerdos con la mayoría de los gobernadores, que juegan su propio partido. “Los trolls libertarios en esas provincias se la pasan criticando a los funcionarios provinciales”, apuntó.
- Roberto Bacman: señala que el modelo económico “está desgastado y la esperanza se transformó en bronca”. Para él, el voto bronca fue clave en Buenos Aires. “El gobierno habla de autocrítica, pero no la aplica: siguen los vetos y la insensibilidad, lo que hará que la bronca crezca y el resultado bonaerense se replique en el interior del país”.
- Federico Aurelio: advierte que la escena “se modificó en las últimas semanas”. Recuerda que de las diez elecciones provinciales de este año, en nueve ganó el oficialismo local. “Es muy poco probable que el gobierno nacional logre los legisladores que necesita”.
- Gustavo Córdoba: describe un escenario “muy complejo”, con poco margen de maniobra política y económica. Antes de la derrota bonaerense, ya pesaban las sospechas de corrupción en ANDIS y la desaprobación de las políticas hacia personas con discapacidad, el Garrahan y los jubilados. “Se viene generando un clima anti-Milei que fue decisivo en Buenos Aires”, afirma.
- Analía Del Franco: recuerda que “hace cuatro o cinco meses, el oficialismo veía un país pintado de violeta para octubre, como en 2017 lo estuvo de amarillo. Eso viró: el famoso voto económico se deterioró. No hay consumo, no suben los salarios, se perdieron puestos de trabajo. Todo eso genera desilusión, incluso entre votantes de Milei”.
- Marina Acosta: cree que el gobierno atraviesa “una crisis que combina caída de legitimidad y graves tensiones internas. Está maniatado en un triángulo: baja aprobación en la resolución de problemas estructurales, enojo por la situación económica y descrédito irreversible en materia de honestidad”.
- Artemio López: sentencia que LLA “está golpeada. Mientras la alianza de ultraderecha no logre rearmarse, los resultados no le serán favorables. En las elecciones de este año pesaron mucho los aparatos provinciales y municipales. Todo indica que en Buenos Aires el peronismo no tendrá dificultades para obtener un triunfo que le permita sumar diputados. Octubre volverá a traer novedades positivas”.
Con la economía asfixiada, el FMI como único socio fiel y una sociedad que ya perdió la paciencia, las encuestas no pronostican tormenta: anuncian huracán. Si Milei no cambia el rumbo, el 26 de octubre puede convertirse en el día en que el voto bronca termine de escribir su epitafio político.