El presidente Javier Milei atraviesa su peor momento. Recién volvió de Estados Unidos el viernes y ya los mercados y la calle dejaron de creerle. Ayer fue repudiado en Tierra del Fuego y esta mañana, pese a presentarse en el programa de Antonio Laje, la situación empeoró: caen bonos y acciones, sube el riesgo país y el dólar vuelve a dispararse.
El gobierno norteamericano, que la semana pasada se mostraba confiado en el tuit de Donald Trump y en el respaldo de Scott Bessent, percibe ahora que el oficialismo se encamina a una catástrofe electoral. Por eso Milei fue citado nuevamente a Washington. El 14 de octubre será recibido en la Casa Blanca por Trump, en lo que la Cancillería argentina definió como “una nueva oportunidad para fortalecer la asociación estratégica entre ambos países”.
En un comunicado oficial, la Cancillería informó: “Como muestra de la excelente relación bilateral que une a la República Argentina y a los Estados Unidos de América, el próximo 14 de octubre el presidente de la Nación, Javier Milei, realizará una visita oficial a los Estados Unidos y tendrá el honor de ser recibido en la Casa Blanca por el presidente Donald J. Trump. El encuentro representa una nueva oportunidad para continuar fortaleciendo la asociación estratégica entre ambos países, basada en valores compartidos y en el compromiso común con la libertad, la democracia y la prosperidad de nuestros pueblos”.
Horas antes de la apertura de los mercados, Milei ofreció está mañana una entrevista destinada a tranquilizar a los inversores. Hizo especial hincapié en la ayuda que, según él, llegará desde Estados Unidos: un swap, la compra de bonos por parte del Tesoro y posibles desembolsos adicionales. Sin embargo, en Wall Street reina la desconfianza: temen tanto las condicionalidades como la fragilidad de ese salvataje en caso de que el oficialismo pierda las elecciones legislativas de octubre.
Durante la entrevista, el presidente utilizó un término tristemente célebre en la Argentina: “blindaje”. También volvió a repetir que en su gobierno mejoraron las jubilaciones, los salarios, el consumo y el crecimiento del país, afirmaciones que contrastan con la realidad que vive la mayoría de los argentinos.
Ni blindaje, ni swaps, ni promesas alcanzan: los mercados ya no le creen, la calle lo repudia y hasta sus propios aliados dudan. El 14 de octubre Milei podrá sacarse la foto con Trump, pero el 26 de octubre serán 46 millones de argentinos los que decidan si el show libertario llega a su fin.