Una insólita exposición antivacunas se realizó en el Congreso, con la iniciativa de la diputada del PRO por Chaco, Marilú Quiroz. En medio de la exposición de los oradores, apareció un hombre con su torso desnudo, para mostrar las supuestas secuelas de las vacunas del Covid 19. Este hombre se prestó a subir al escenario para afirmar que, tras ser inoculado, elementos magnéticos se le pegan en el cuerpo.
“Esto no es grasa en la piel, señoras y señores. A él no le sucedía esto. Y de esto no se habla. Me gustaría saber qué tienen para decir los médicos”, dijo la licenciada en biotecnología Lorena Diblasi, una de las oradoras ante la atónita mirada del público.
El “modelo” fue presentado como José Daniel Fabián y, en cuero, mostró que los objetos metálicos se le pegaban al cuerpo, aunque su pose tenía cierta inclinación hacia atrás. Fue así que Diblasi remarcó que se trataba de una “magnetización”, producto de los efectos de la vacuna elaborada por AstraZeneca contra el Coronavirus.
Ok.
— Sergio Chouza (@SergioChouza) November 27, 2025
Creo que estamos ante el papelón más grande de la historia del Congreso de la Nación Argentina.
Gracias Javier Milei por convertir las instituciones en un cabaret 👌
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La jornada en el Congreso contó con la participación, entre otros, de dos reconocidos médicos antivacunas: el oftalmólogo Oscar Botta, miembro de Médicos por la Verdad, disertando sobre “Vacunas de calendario y autismo”, y Viviana Lens, quien habló sobre “Víctimas ignoradas por el Estado: sangre de vacunados al microscopio”.
El encuentro se desarrolló en el Anexo de Diputados y fue autorizado por el presidente de la Cámara, Martín Menem, a pesar del pedido de varios legisladores que lo denunciaron como un evento de desinformación sanitaria.
Durante el evento, que se extendió por más de seis horas, médicos y algunos invitados expresaron de manera abierta y con datos dudosos una postura antivacunas. El acto generó un fuerte rechazo entre organismos científicos y legisladores de distintos bloques, quienes advirtieron sobre el riesgo de difundir información no fundada.
Por ejemplo, Botta vinculó el incremento de los casos de autismo con la aplicación de vacunas como la Triple Viral. Más tarde, el licenciado en Administración por la UBA, Pablo Stolkiner afirmó que la pandemia fue “un invento” y que las vacunas se constituyeron como “un negociado”.
En tanto, la pediatra y neumóloga Lucía Langer sostuvo que las personas vacunadas presentan un “exceso de aluminio en sangre”. A su vez, Chinda Brandolino, médica clínica y homeópata, reiteró una supuesta relación entre autismo e inmunizaciones —al igual que Botta—, mientras que Viviana Lens, especialista en geriatría, habló de magnetismo, en línea con los planteos de Diblasi.
En el encuentro antivacunas que organizó una diputada del PRO en el Congreso, esta supuesta pediatra muy peleada con el idioma castellano dice que según un “estudio” que hizo ella misma uno de cada tres chicos que se vacuna tiene autismo. Presas las quiero, a ella y a la diputada pic.twitter.com/85v7DOhHGa
— Todo Negativo (@TodoNegativo) November 27, 2025
La jornada, que contó con varios episodios bizarros, no tardó en cosechar expresiones de rechazo en diversas plataformas. Desde el Colegio de Médicos, con una carta dirigida al ministro de Salud Mario Lugones y que lleva la firma de Rubén Tucci, se había solicitado la suspensión del evento. “Puede provocar reticencia a vacunarse en la comunidad, o generar dudas respecto al valor de las vacunas”, alertaron en un escrito.
En la misma línea, resaltaron que representaría además “un enorme peligro, sobre todo en momentos en los que encontramos tasas de vacunación alarmantemente bajas, enfermedades que, habiendo estado absolutamente controladas luego de la introducción de las vacunas, están re-emergiendo como problemas sanitarios de peso”.
Del mismo modo procedió la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología: “Frente a la organización de un evento que pone en duda la eficacia, la seguridad y la importancia de la obligatoriedad de las vacunas, impulsado por una diputada nacional, un grupo de sociedades científicas (entre ellas la SAVE) envió una carta al Congreso solicitando su suspensión, considerando que dicha actividad atenta contra la salud pública”.
“Este tipo de eventos, con mensajes basados en el negacionismo científico, genera un riesgo significativo en un contexto donde las tasas de vacunación son alarmantemente bajas. Enfermedades que habían sido controladas gracias a la inmunización están reemergiendo como problemas sanitarios relevantes”, insistieron.
Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Salud en la Cámara baja, lamentó por su parte en X: “Mientras Argentina tiene las coberturas de vacunación más bajas de la historia, casos de sarampión, niños muertos por Coqueluche, en Diputados hacen este circo. Le solicité a Martín Menem que lo cancele y no respondió”.
“Parece mentira que estemos discutiendo esto, generar una grieta en torno de las vacunas es un tanto extraño… Nos encontramos con que cualquier opinólogo habla como si fuera un científico experimentado. Si bien [quienes las cuestionan] son un grupo minoritario, [ese mensaje] se expande a través de las redes. Más allá de los medios colaboren, sería deseable que el gobierno nacional tomara un rol un poco más activo, porque es preocupante”.
Así inició Daniel Gollán, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados de la Nación una reunión conjunta con la Comisión de Acción Social y Salud Pública, presidida por Yedlín, en respuesta a la conferencia organizada por la diputada “Marilú” Quiroz para promover falacias de todo tipo y un proyecto de ley que derogue su obligatoriedad.
