Buscando mi destino: Tres encuentros del PRO para frenar a Cristina

Easy Rider o Buscando mi destino es una película de 1969 con Peter Fonda y Jack Nicholson, considerada un mojón de la contracultura de la década del sesenta, donde dos jóvenes en sus motocicletas cruzas los Estados Unidos. En los últimos tres días, el presidente Mauricio Macri y los principales dirigentes de Cambiemos vienen realizando reuniones para estudiar la estrategia para enfrentar al peronismo en la provincia de Buenos Aires y especialmente a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El lunes Macri reunió a su mesa chica en la Residencia de Olivos para analizar como revertir la mala performance de Cambiemos según todas las encuestas. En dicha reunión estuvieron Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta, Jaime Duran Barba y María Eugenia Vidal, recién arribada de las playa de México.  La preocupación de ese encuentro fue que la figura de la ex presidenta Cristina Kirchner tiene un 48 por ciento de imagen positiva en la provincia, pese a la brutal campaña de desprestigio montada por el gobierno nacional, el partido judicial y los medios hegemónicos, no hicieron mella en la figura de la ex presidenta, más bien creció el año pasado en todas las encuestas.

El presidente no conforme con la propuesta de Vidal de llevar candidatos pocos conocidos como Facundo Manes o Gladys González, el martes se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, enemigo acérrimo de la gobernadora. Allí escuchó sus críticas contra Vidal y el tándem Marcos Peña y Duran Barba a quienes acusa “de hacer poca política y mucho marketing”.

Ese mismo día, el presidente le ordenó a Monzó y Vidal que se junten para limar asperezas. Lo hicieron en el restaurante Elena, del Four Seasons.

La preocupación continuó ayer miércoles, cuando el jefe de Gabinete compartió un almuerzo con Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Fernando de Andreis, Diego Santilli y Federico Salvai. Una vez más analizar la realidad de la provincia de Buenos Aries, donde el peronismo y especialmente Cristina están primeros en todas las encuestas, lo sigue Massa, aunque está cayendo fuertemente entre los consultores y en tercer lugar Cambiemos.

En las reuniones los principales dirigentes de Cambiemos fantasean que ese 48% de imagen positiva no se traslade a los votos en las elecciones. Confían que sólo la votaría un 30% de los bonaerenses, a los que consideran “fanáticos” por apoyar a Cristina Kirchner.

Aspiran, según trascendió, que finalmente cuando llegue el cierre de las listas, el peronismo se parta en dos: los más k y los moderados encabezados por Florencio Randazzo.  Una hipótesis hoy alejada de la realidad, a partir del congreso de unidad del PJ realizado en La Matanza, el pasado diciembre. Existen diferencias, pero todos los intendentes consideran que hay que ir con una lista de unidad o como mucho a una PASO, pero todos juntos.

Más allá del peronismo y Cristina, los dirigentes de Cambiemos analizaron durante estos tres días cual es la mejor oferta electoral para presentar en la provincia. Desde una fórmula Monzó-Carrió en la provincia hasta candidatos de menor peso como Jorge Macri o Facundo Manes.  Hay otras opciones como la candidatura a senadora de Elisa Carrió que Vidal no acepta, pero en definitiva es una definición que tendrán a solas Macri y Carrió.

Un posible triunfo del peronismo en territorio bonaerense tiene nervioso a Cambiemos y sus principales referentes. Tres días, tres encuentros. La estrategia por ahora no está.