La Semana Social, convocada por la Iglesia y que reunió en Mar del Plata a sindicalistas, empresarios, funcionarios y movimientos sociales, concluyó este domingo con un mensaje en el que se expresa la preocupación por la “fragilidad de la condición laboral de miles” de argentinos, así como los que “viven en la miseria y no cubren sus necesidades más elementales” y se ratificó la importancia del “diálogo y la amistad social” para alcanzar consensos.
Al finalizar el encuentro, la Comisión Episcopal de Pastoral Social advirtió sobre la condición de vulnerabilidad social en la Argentina y ratificó la importancia del “diálogo social”. Además, los representantes de la iglesia católica pidieron que se tomen en cuenta “las situaciones de precarización laboral” y reclamaron “no desoír señales de alarma social”.
“Preocupan la fragilidad de la condición laboral de miles de hermanos y las situaciones de precarización laboral en que están inmersos buena parte de los trabajadores”, sostiene el comunicado. Se trata del documento final de la Semana Social, que reunió en Mar del Plata a dirigentes políticos, sindicales, empresarios y laicos.
En el mismo comunicado, difundido por la agencia DyN, ratifican la importancia del “diálogo y la amistad social”.
“Nos preocupan los rostros concretos de quienes viven en la miseria y no cubren sus necesidades más elementales. Particularmente tuvimos en cuenta la necesidad urgente de una adecuada nutrición infantil”, reza el texto.
Preocupación papal. El papa Francisco expresó esta semana su “preocupación por los conflictos políticos, económicos y sociales en Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela”. Fue durante un encuentro con los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) este jueves. Según indicó un comunicado de la Celam, el máximo jefe de la Iglesia dijo además que “los problemas sociales que se están viviendo en América en general, entre ellos las elecciones en Estados Unidos, por la falta de una atención más viva a la situación social de los más pobres y excluidos”. Durante el encuentro, el jefe vaticano también se metió en la polémica por la reforma de las normas de matrimonio civil en México, al criticar la visión de la “libertad religiosa” que tiene el gobierno de ese país. Las palabras de Francisco son seguidas con atención cuando se vive un tiempo de cambio en el que aún no se perfila una buena relación del pontífice y los gobiernos que llegaron al poder en oposición al populismo. En la Argentina, también hay una preocupación de la Iglesia por la cuestión social.