La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó de un Homenaje a los Detenidos Desaparecidos pertenecientes a la colectividades árabe y judía donde se refirió al caso de Milagro Sala. “En Argentina hay presos políticos y su detención es una afrenta al prestigio del país en Derechos Humanos”, dijo.
Luego agregó: “No hay un solo argentino que pueda decir que esta presidenta, frente a cualquier actitud, aún la más repudiable, no hubiese tenido un gesto de reconocimiento de derechos humanos porque la mayoría opina diferente”, aseguró, en referencia a las declaraciones del presidente Macri, quien afirmó que “a la mayoría de los argentinos nos pareció que había una cantidad de delitos importante cometidos por Sala, y que ameritan las causas que tiene abiertas”.
La ex presidenta afirmó: “No voy a misa ni me confieso los domingos, pero cuando Dios me llame, me voy a poder poner enfrente y contarle algunas de las cosas que hicimos para que nuestros compatriotas estén mejor”, sostuvo la ex mandataria. En ese sentido agregó “creo haber contribuido un cachito con lo que Dios nos impone a todos los cristianos”.
Luego se refirió a la importancia que la sociedad se organice y afirmó que “es un momento para organizarnos en distintos frentes”. Luego sostuvo que “hay cosas que nos pueden diferenciar, pero uno de los secretos de la organización es encontrar el punto más importante”.
Cristina hizo alusión a quiénes “expresaron declaraciones xenófobas sobre la inmigración” y dijo que “algunos parecen ser descendidos de los Zares de Rusia cuando uno los escucha hablar”.
Por último, se refirió a su declaración en la causa AMIA y apuntó contra la justicia por la falta de culpables después de dos décadas. “Pasaron más de 22 años y todavía no podemos conocer la verdad. Habla muy mal de nuestro sistema judicial y de las instituciones en Argentina”, expresó.