Hace un año, cuando comenzaba el gobierno de Mauricio Macri, el 40% de los argentinos se consideraban oficialistas y solo u 36% opositores. Un año después, los opositores superan en un 10 % a los oficialistas. Quizás lo más llamativo fue que solo en diciembre enero crecieron en un 7% los argentinos que se consideran opositores. El saldo es que al llegar febrero de 2017, los opositores superan a los oficialistas en 23 puntos, lo que significa un deterioro de 27 puntos en un año: pasó de +4 en febrero de 2016 a -23 en febrero de 2017.
Los datos pertenecen al Centro de Estudios de Opinión Publica (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman, en un trabajo para el diario Página 12. Los consultados que se oponen al gobierno nacional están preocupados por el desempleo, la inseguridad y la desconfianza en la justicia donde le piden más castigos hacia los menores (las campañas de mano dura de los medios hegemónicos se hizo carne en la ciudadanía).
“La estrategia de marketing que sustentó a la campaña de Cambiemos –explica Bacman–, logró potenciar a un electorado abiertamente antikirchnerista (que aún mantiene) y al segmento de los independientes que percibían una suerte de necesidad de cambio. Mauricio Macri tuvo la capacidad de representarlo. Obviamente mucha agua ha corrido por debajo del puente y en poco tiempo, apenas trece meses. Los argentinos van perdiendo la paciencia y los oficialistas cada vez son menos, al tiempo que, concomitantemente, crecen los independientes y los opositores”.
Para el CEOP no se produce sólo esa mutación de oficialistas que pasan a ser independientes e independientes que pasan a ser opositores, sino que hay un movimiento sutil de afirmación dentro mismo de los opositores: “para mayor preocupación del gobierno, el núcleo duro opositor, allí donde anidan los votantes kirchneristas puros, llegó en esta última medición a un 25,3 por ciento”.
Las opiniones positivas y negativas de Macri, lo que se llama imagen, no cambió mucho en los últimos meses. Se mantiene en cifras parecidas: un 42 por ciento opina bien o muy bien del Presidente y un 55 por ciento opina mal o muy mal del mandatario. Es un saldo negativo de 13 puntos. Cuando se pregunta sobre la gestión del gobierno de Cambiemos, los números empeoran algo: los críticos suman un 57 por ciento. Eso significa que casi seis de cada diez argentinos no ve con buenos ojos lo que está haciendo la alianza gobernante. El dato que resalta en esta materia es que Macri perdió 16 puntos de imagen positiva desde que asumió y ocho puntos en el último año.
En materia de preocupaciones, la inseguridad volvió al tope del ranking, sobre todo porque hay una fuerte cobertura de los casos de robo o asesinatos por parte de los medios de comunicación. El resto de los temas –economía, corrupción, inflación, educación, salud– mantienen sus números de los meses anteriores.
Entre diciembre y este mes se verifica un nuevo pico de la preocupación por la desocupación. En estudios anteriores ya se vió que cuatro de cada diez personas ven su puesto de trabajo en peligro, en muchos casos porque perciben que la empresa para la que trabajan vende menos o está en dificultades. La desocupación como principal preocupación saltó este mes del 20 al 27 por ciento.
“Se transitó un enero con complicaciones económicas –analiza Bacman–: aumento de combustible, prepagas y tarifas, van a golpear irremediablemente en la inflación del primer mes del año. Además, un importante segmento de los sectores bajos y medios de nuestro país hasta tuvieron que resignar sus vacaciones. Los tiempos no están para tirar manteca al techo. No debe sorprender que hasta el momento, esta última temporada haya sido calificada por los operadores turísticos de dicha zona como una de las peores en la costa argentina”.
Al cumplirse un año de su gobierno, en diciembre, Macri se autocalificó con un ocho. Bacman contrapone cifras muy distintas: “desde el mes de septiembre del año pasado, el Índice de Satisfacción Ciudadana (ISC) arroja un promedio de 4 puntos, el cuál desagregado por rangos muestra un nivel de insatisfacción significativo: 58,4 por ciento de los encuestados son los que se acumulan en una calificación que va de 1 a 4 puntos. Para estos argentinos, la gestión liderada por Macri ni siquiera obtuvo un aprobado. La peor nota obtenida por la actual gestión se encuentra en el ámbito de la economía: allí ni siquiera aprueba ya que obtiene 3.58 puntos y apenas pasa los 4 puntos en las dimensiones políticas y económicas. Si esto no cambia, los problemas tenderán a profundizarse”.
“La economía no logra satisfacer a los ciudadanos argentinos –redondea el titular del CEOP– y en ningunos de los tres indicadores que componen esta dimensión del índice llega al mínimo aprobado: 3,93 en eficiencia en el manejo de la economía, 3,41 en distribución de la riqueza (reafirma desde otra perspectiva la idea de que este es el gobierno de los ricos) y 3,40 en disminución de la pobreza (¿quién se acuerda al día de hoy de la consigna de pobreza cero, una de las promesas más rimbombantes de la campaña de Cambiemos?)”.
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