A cuarenta días del recambio en la Legislatura bonaerense ya empezó la rosca por la conducción de los bloques oficialistas que engrosarán sensiblemente su número a partir del 10 de diciembre. La gobernadora María Eugenia Vidal resolvió que la conducción de la bancada en la Cámara de Diputados siga quedando en manos del radicalismo aunque eso abrió una feroz interna entre distintos sectores para manejar ese cargo “consuelo”.
Hay cuatro sectores que pugnan por ese lugar. El alfonsinismo busca mantener al actual presidente del bloque, Jorge Silvestre, mientras que el vicegobernador Daniel Salvador tiene a su propia candidata, la diputada Sandra París. El ex senador Ernesto Sanz quiere que ese cargo lo ocupe el diputado marplatense Maximiliano Abad, que a la vez también tiene sintonía con el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Por último, aparece el nombre de la diputada Alejandra Lorden, que mantiene diálogo tanto con Salvador como con el sector de Abad.
Abad es el secretario del Comité radical en la Provincia y el referente de Sanz en la negociación interna del partido. Tuvo un lugar destacado en la campaña electoral en Mar del Plata, donde Cambiemos ganó cómodamente, y tiene estrecha relación con el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca.
París responde a Salvador, que busca tener también un lugar de poder en la Cámara baja. No hay que olvidar que el vicegobernador es el presidente del Comité Provincia y que tiene el respaldo de intendentes del interior. París es de Zárate y ganó la interna radical en 2015 y se posiciona a pelear la intendencia de ese distrito en 2019.
Lorden preside la comisión de Salud de la Cámara baja y es la esposa del ex diputado Alejandro Armendáriz. Trabajó en la campaña de Cambiemos en la séptima sección electoral, donde la alianza obtuvo una contundente victoria. También aspira a quedarse con la conducción del bloque.