En julio cumplió 67 años. Y consideró que es una buena edad para jubilarse. Después de un año de haber pedido este beneficio por su carácter de ex gobernador, en las últimas horas María Eugenia Vidal firmó el decreto a través del cual autoriza la jubilación del actual diputado nacional Felipe Solá.
La ley N° 5675 establece en su artículo 1º que los gobernadores y vicegobernadores “gozarán de una jubilación equivalente al 82 % móvil del importe que fije el Presupuesto para los que están en ejercicio”. Actualmente, el salario de la mandataria bonaerense es de $ 72 mil, por lo que Solá, como pasivo, pasaría a cobrar unos $ 60 mil.
Sin embargo, pese a que en el artículo 4 de esa norma se determina que “los beneficios de esta ley no alcanzarán a quienes gocen de una asignación del Estado nacional, provincial y municipal, superior a las sumas fijadas en el artículo 1º mientras gocen de dicha asignación” –el salario de diputado nacional ronda los $ 110 mil-, se exceptúa de esto “a cargo de legisladores –aquí está incluido Solá- y del magisterio”.
De esta manera, el legislador está habilitado para cobrar por ambos roles, por lo que a fin de mes percibirá alrededor de $ 170.000.
Después de haber sido elegido vicegobernador en las elecciones de 1999, acompañando a Carlos Ruckauf, luego de la renuncia de éste Solá se desempeñó como gobernador bonaerense desde el 4 de enero de 2002 hasta el 10 de diciembre de 2007.