A través de una resolución que ya provoca un generalizado rechazo por parte de organizaciones que defienden los derechos de los niños, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, dispuso que los alumnos de entre 14 y 17 años de los liceos militares del país podrán volver a ser instruidos en el uso de armas: desde tercer año estarán habilitados para practicar tiro con carabinas calibre 22, y ya en sexto podrán usar cualquier arma de fuego portátil.
De esta manera, se deja sin efecto el Plan de Liceos 2010 creado durante el gobierno de Cristina Kirchner, que contenía este resguardo. Es más, aquella medida había obtenido un reconocimiento especial del Comité de los Derechos del Niño, el órgano de Naciones Unidas que supervisa el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño.
El principal argumento para esta marcha atrás, es que “uno de los propósitos de la creación de los liceos militares fue contribuir a la formación del personal de la Reserva”, un criterio que los especialistas juzgaron aceptable en 1930, cuando se fundó el primer liceo militar en tiempos del general Agustín P. Justo, en la llamada Década Infame.
La manipulación de armas de fuego por parte de adolescentes en esos institutos, había sido eliminada en febrero de 2013, a través de una resolución del Ministerio de Defensa a cargo en ese entonces de Arturo Puricelli. También se habían suprimido las prácticas con armas letales y las materias de instrucción militar, por considerarse espacios extracurriculares.
Por otra parte, en la resolución se habilita a que los alumnos puedan ser inscriptos como reservistas antes de los 18 años, “con el consentimiento de sus padres”, cuando hasta ahora se garantizaba que esta pudiera ser una decisión propia, una vez cumplida la mayoría de edad.
En tanto, Nora Schulman, directora ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn), dijo: “Nuestra respuesta es categórica y desastrosa. Nos llevó tanto tiempo instalar estas discusiones y, de repente, los chicos de entre 14 y 17 años van a volver a manejar armas. Es una medida que atrasa y que la próxima vez que el Comité analice a la Argentina lo va a hacer notar. Las armas las tienen que manejar los adultos, y bastante mal lo hacen”.
Mientras, Facundo Hernández, referente de Derechos de Infancia y Adolescencia, que integra la coalición Infancia en Deuda, sostuvo que “siempre se busca que haya una progresividad en materia de cumplimiento de derechos de los chicos. Más allá de que en el protocolo no hay una prohibición expresa, no hay ninguna duda de que se lo van a achacar. Es sentido común que cuanto más lejos un niño esté de las armas, mejor”.