Bocinazos, cacerolas, platillos, bombos y cualquier elemento que hiciera ruido, se hicieron escuchar con gran contundencia anoche en todo el país. Más allá de las declaraciones de rigor, desde Mauricio Macri hasta el último de sus secretarios, el “ruidazo” se hizo sentir de tal manera en la Casa Rosada, que el Gobierno entró en estado de pánico y no le quedó otra alternativa que “empezar a hacer algo” para, al menos, ponerle un freno a un creciente malhumor social. Es que el rechazo que provocan los brutales aumentos de tarifas de gas, luz, agua y transporte prendió las luces de alarma en el oficialismo.
Ayer, en los despachos oficiales se vivió con alivio que se haya levantado la sesión en Diputados, en la que la oposición planteaba proyectos destinados a paliar los efectos de los tarifazos, pero al mismo tiempo son conscientes de que a pesar de esa victoria temporaria, no se puede seguir mirando para otro lado y seguir insistiendo en que “no habrá marcha atrás” en materia de política tarifaria.
Por eso, el Gobierno terminó cediendo ante la presión de sus socios de Cambiemos (UCR y Coalición Cívica). De todas maneras, por estas horas se encargan de aclarar que las modificaciones serán de forma y no de fondo. En otras palabras, los aumentos de las tarifas de los servicios públicos no cambiarán, sino que lo que se discutirá será la forma en que se cobrarán las boletas que lleguen con los nuevos incrementos.
Las quejas de Elisa Carrió y de algunos de los referentes radicales terminaron por doblegar la resistencia de la Casa Rosada. Eso, sumado al fallido intento de la oposición por tratar el tema en la sesión especial en Diputados, terminó por convencer a Macri de la necesidad de dar un gesto, y de manera urgente se empezó a trabajar en una “propuesta de alivio”, con la idea de que salga desde el Ejecutivo y no desde el Congreso.
De ahí que hoy el jefe de Gabinete, Marcos Peña, reciba a dirigentes de la UCR y de la Coalición Cívica para discutir el esquema de aumentos de tarifas de servicios públicos y una propuesta para que la estacionalidad no genere sobresaltos significativos en el monto de las facturas.
La propuesta de la UCR, que se discutirá en el encuentro, busca “prorratear” la tarifa de gas para “amortiguar los aumentos” en la temporada invernal: puntualmente, la idea es aplicar un mecanismo que prorratee el mayor consumo de los bimestres tercero, cuarto y quinto de 2018 (temporada invernal), en el consumo del sexto, primero y segundo bimestres subsiguientes (temporada estival).
Pero, además, se propone posponer el 50 % de la última cuota de la Revisión Tarifaria Integral (RTI), pasando el mismo para que efectivamente se aplique en octubre del 2019 y, además, “posponer las modificaciones en la estructura de la Tarifa Social por un bimestre”.
El tema de las tarifas es una cuestión sensible que, tal como pasó con el generalizado rechazo por el recorte a los jubilados, en el Gobierno saben que es una cuestión que tiene un potencial de golpearlos en las encuestas, y más, teniendo en cuenta que la clase media es un sector que no se pueden dar el lujo de perder.
En medio de este clima de inquietud y preocupación, hoy a las 19 se realizará la “Marcha de las Velas”, como símbolo de esas velas que tienen que encender en muchas casas donde en este momento las cuentas de luz no se pueden pagar. Partirá a las 19 desde el Congreso, y finalizará en el Obelisco.
Con la convocatoria de la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma, el gremio de Camioneros y organizaciones de defensa del consumidor, la idea es darle continuidad a su confluencia contra las políticas del gobierno nacional, que se tradujo en las masivas protestas contra la reforma jubilatoria, a fines del año pasado, y siguió con la multitudinaria movilización del 21 de febrero pasado.