Por Alfredo Silletta. Los sectores de poder que gobiernan el país ya resolvieron que en caso de que Mauricio Macri no se recupere habrá un Plan B con la candidatura de Sergio Massa y el llamado Peronismo Federal. Héctor Magnetto fue claro con el ultimátum que le dio al presidente en la residencia de Olivos afirmando “que si no mejora en las encuestas juegue a María Eugenia Vidal”. Macri, con su mentalidad de patrón de empresa, dijo que no. Se considera el “dueño” de Cambiemos y los demás son subordinados, no pares.
La estrategia del llamado círculo rojo es tener alternativas en caso que el gobierno siga cayendo en todas las encuestas y que la ex presidenta vuelva a encabezar una candidatura o a apoye a un dirigente cercano al kirchnerismo. En las últimas semanas, Sergio Massa fue la figura elegida por el Grupo Clarín para un plan B o por lo menos dividir el voto que no permita llegar al peronismo opositor al gobierno el próximo año.
En un principio el candidato elegido era Juan Manuel Urtubey, el gobernador de Salta, pero se pegó demasiado al presidente y hoy ya no tiene retorno al peronismo. Incluso los demás gobernadores lo han descartado y el mismo Miguel Ángel Pichetto rompió lanzas, cuando la semana pasada intentó romperle el bloque con la ley anti tarifas.
Massa se perfila como un posible candidato del Peronismo Federal que integrarían personajes menores –sin votos- como Diego Bossio, Miguel Angel Pichetto y algunos gobernadores, estos si con votos, como Juan Schiaretti de Córdoba, en caso que no salga del formol José Manuel De la Sota.
Cambiemos que sabe la movida del círculo rojo, intentará que haya ruptura o desgaste de este sector presionándolos como fue con la ley antitarifas o la sesión especial de mañana donde pedirán el desafuero de la ex presidenta, obligando al bloque de Pichetto a defender los fueros de Cristina Kirchner.
El gran problema de Massa es que intenta aparecer como un candidato opositor pero tiene una “alianza política-económica” con María Eugenia Vidal. De allí que los intendentes del peronismo le avisaron que “puede volver al peronismo” pero que no tiene chances para pelear la gobernación. Recordemos que el tigrense pasó de tener el 44% de los votos al 10% en territorio bonaerense. Perdió intendentes y legisladores, incluso figuras como Felipe Solá y Daniel Arroyo ya avisaron que trabajarán para la unidad del peronismo. “Massa se viene equivocando año tras año. Se creyó presidente en 2015 y se volvió a equivocar con su alianza con Margarita Stolbizer, la dirigente más antiperonista del país. Ahora, ya se cree presidente en el 2019”, dijo un dirigente que estuvo cerca del tigrense. Luego agregó: “ A Sergio le recomendaría que se acerca a algún maestro zen, necesita matar el ego que lo obnubila”.
Mientras tanto, Cristina Kirchner mantiene silencio. Sabe por historia que cuando un opositor se pega al oficialismo se quema rápidamente cuando se desbarranca ese gobierno. Le sucedió a Antonio Cafiero que se pareció demasiado a Raúl Alfonsín y perdió la interna con Menem. Hasta último momento Cristina no dirá si juega, mientras tanto ya caminan Agustín Rossi, Jorge Capitanich, Axel Kicillof, Felipe Solá y Alberto Rodríguez Saá.
La ex presidenta, como Juan Domingo Perón en su primer reportaje en el exilio paraguayo 1955, podría usar sus mismas palabras cuando le preguntan que hará para que vuelva al poder un gobierno nacional y popular:
“-¿Yo….? Nada, en absoluto” (breve silencio) -Todo lo harán mis enemigos”.
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