En lo que fue su primera reacción tras el desplazamiento de Ricardo Lorenzetti en la presidencia de la Corte, Mauricio Macri destacó hoy que el designado titular del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, “es un juez independiente”, y que por lo tanto “no es alguien que vaya a hacer las cosas que le pida alguien o un gobierno”.
Así lo dijo el presidente durante la reunión de gabinete que encabezó hoy en la Quinta de Olivos, oportunidad en la que destacó que “si alguien piensa que a Rosenkrantz se le puede ir a hablar de una causa, es porque no lo conoce”.
Quienes están cerca de Macri, aseguran que siempre destacó la trayectoria del futuro titular de la Corte, y que por lo tanto no pudo ocultar su alegría por el cambio, porque en la Casa Rosada destacan que el perfil de quien fuera abogado del grupo Clarín “es más compatible” con la depuración de la Justicia que impulsa el Gobierno, en comparación con Lorenzetti.
De todas maneras, le reconoció al inminente ex presidente del máximo tribunal “el trabajo que hizo liderando la Corte en épocas duras”, ya que “teniendo en cuenta que le tocó bancarse al kirchnerismo, hizo un muy buen trabajo”.
Mientras tanto, durante la reunión quedó reflejada una cierta preocupación sobre cómo serán los primeros pasos de Rosenkrantz al frente de la Corte. Concretamente, el temor es que Lorenzetti pueda seguir influenciando sobre jueces federales y un sector del peronismo, para desatar algún tipo de conflicto.
En ese sentido, analizan cerca de Macri que “se supone que si Rosenkrantz dio ese paso, es porque tiene todo más o menos preparado para aguantar”, por lo que desde el Gobierno “buscarán ayudarlo”, aunque sostienen que “lo más importante lo tiene que hacer él, dando de entrada un golpe de efecto fuerte, de autoridad”.