Una vez más se muestra la diferencia entre el Papa Francisco que piensa en una Patria Grande Latinoamérica y los mandatarios Mauricio Macri y Jair Bolsonaro que en consonancia con Donald Trump atacan al presidente Nicolás Maduro y niegan el proceso democrático de ese país.
Ayer, en medio de la asunción con diplomáticos de países vecinos y de la Unión Europea, Maduro agradeció la presencia del encargado de negocios del Vaticano y lo consideró como “un valiente”. La Iglesia local, que es parte del intento golpista contra el chavismo, reconoció que el representante fue por orden del Papa Francisco.
El Vaticano viene insistiendo en una búsqueda de dialogo entre todos los sectores de ese país, pero la derecha golpista se opone. “Criticar al Papa como hicieron 20 expresidentes latinoamericanos por pedir en su mensaje de Navidad ‘concordia’ para Venezuela es injusto”, lamentó un hombre del Vaticano. “Es desconocer el papel que tiene el Papa como jefe de Estado de la Santa Sede, que, como él mismo recordó en su discurso al cuerpo diplomático del lunes pasado, no busca interferir en la vida de los Estados, sino ponerse al servicio del bien de todos”, agregó. “En esta óptica, del bien, del diálogo, de la no violencia, de la construcción de puentes, no de muros, debe verse la presencia de un representante del Vaticano en la ceremonia de asunción de Maduro”, concluyó.