“Nooo… ¡Qué va a ser difícil! La inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar. En mi presidencia la inflación no va a ser un tema, no va a ser un desafío. El desafío va a ser conseguirle trabajo a la gente…”. Esto es lo que decía allá por 2015 el entonces candidato presidencial Mauricio Macri.
Sin embargo, ya han pasado más de tres años desde que asumió, y aquella facilidad que planteaba no sólo no se cumplió, sino que a la luz de los resultados, no hay margen para el optimismo. En las últimas horas, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) confirmó que la inflación de 2018 fue del 47,6 %, muy lejos de la pauta del 15 % pronosticada por el Gobierno, transformándose en el índice más alto de los últimos 27 años.
Pero los archivos terminan condenando al presidente, cuando en tiempos de campaña minimizaba la cuestión inflacionaria, y sin embargo se disparó a niveles récord en su gestión.
“Terminar con el problema de la inflación es de las cosas más simples que tengo que hacer”, dijo Macri poco antes de las elecciones de 2015 en el programa de Mirtha Legrand. El ahora presidente se preguntó: “¿Cómo puede ser complicado algo que pudo resolver el 99% del mundo?. O sea, estamos en el 1 % peor”.
Otros “recuerdos”:
– “Al final del segundo año estamos en un dígito, estate seguro, esto es lo más fácil. Lo más fácil que tenemos por resolver es la inflación y el cepo” (Macri en campaña, 2015).
– “Si la inflación no baja es culpa mía, no le voy a echar la culpa a otro” (Macri, 20 de marzo de 2016).