Se comunicó en 146 oportunidades con periodistas, la mayoría del grupo Clarín, y 99 veces con modelos, agentes de modelos y chicas vinculadas a la prostitución VIP, mientras que dedicó muchísimo menos tiempo al intercambio de mensajes con sus colaboradores: sólo 21 veces con integrantes de la Fiscalía, y 29 veces cruzó mensajes con dirigentes del PRO.
Esa es la descripción minuciosa de los mensajes de Whatsapp en las últimas 48 horas de vida de Alberto Nisman, y que hoy revela el periodista Raúl “Tuny” Kollmann en el diario Página 12, donde deja sentado que esos mensajes “dejan pruebas de lo que le ocurría al fiscal, ya encerrado en su departamento, con las cortinas bajas, sin vestirse y afrontando la debacle de la denuncia que había presentado por el Memorándum de Entendimiento con Irán”.
Asimismo, esos registros muestran la obsesión de Nisman por borrar y no dejar rastros: el viernes 16 de enero de 2015 borró 20 chats de whatsapp, y el sábado 17 se dedicó a borrar en 35 oportunidades, incluyendo los intercambios con Diego Lagomarsino, el informático que fue la segunda persona a la que pidió prestada un arma.
El periodista destaca que “para quienes sostienen que un comando iraní-venezolano-kirchnerista “limpió” el celular de Nisman, el volumen de borrado es una prueba arrasadora en su contra: el fiscal, estando en vida, se ocupó de borrar 55 veces las conversaciones”.
Se precisa además que el viernes tuvo una feroz pelea por mensaje con su ex pareja, la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien le recriminó que sólo le importaban el poder, los medios y pagarle a chicas jóvenes. Ese intercambio no lo borró, por lo que cabe preguntarse por qué lo dejó en su celular.
Resume Kollman que “después de estar en la cumbre de la popularidad opositora el miércoles 14 por haber presentado la denuncia contra Cristina Fernández de Kirchner por el Memorándum con Irán, las malas noticias se empezaron a suceder: los jueces le dieron la espalda al texto del fiscal, el gobierno kirchnerista exhibió documentos sobre la falsedad de la acusación, el ex titular de Interpol, el norteamericano Ronald Noble dijo que la denuncia era falsa”.
Y para completar el sombrío panorama, “la pelea con Arroyo Salgado trepó hasta la explosión, las hijas virtualmente cortaron toda comunicación. Su soporte durante años, el ex jefe de Operaciones de la SIDE Jaime Stiuso, no le contestaba los llamados y para colmo, debía ir al Congreso el lunes 19 a enfrentar al bloque del Frente para Victoria ante las cámaras de televisión”.