En momentos en que circulan rumores sobre el interés de Cambiemos por motorizar una eventual postulación al premio Nobel de la Paz para la fundadora del comedor Los Piletones, en un periplo por demás curioso Margarita Barrientos esta semana se encuentra recorriendo Israel.
La dirigente comunitaria, de cercana relación con Mauricio Macri, está permanentemente acompañada por los embajadores Mariano Caucino (argentino en Israel), e Ilan Sztulman (israelí en Argentina).
“La visita de Margarita Barrientos a Israel nos llena de alegría. Es una mujer que lleva adelante una enorme labor a favor de los sectores más vulnerables de la sociedad tanto en Buenos Aires como en Santiago del Estero. Su viaje es un ejemplo de una de las facetas menos conocidas de la relación bilateral: el diálogo entres los actores sociales de ambos países y el intercambio acerca de sus mejores prácticas”, dijo Sztulman.
Un dato llamativo del viaje, es que después de compartir una visita al Yad Vashem (Museo de la Historia del Holocausto), Barrientos apareció acompañada por el presidente de AMIA, Agustín Zbar, quien días atrás se vió obligado a pedir licencia por el revuelo que generó la carta que envió a la DAIA, solicitándole que desistiera de la acusación contra la ex presidenta Cristina Kirchner por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán.
Juntos, recorrieron la sede de la ONG Yad Ezra V’Shulamit, que desde 1998 ayuda y brinda alimentos a familias carenciadas en ese país, y allí se interiorizó en el funcionamiento y misión de esa organización que, bajo el lema “Ayudando a los niños y familias necesitados de Israel”, se ocupa de brindar respuestas a las necesidades sociales de familias de bajos recursos, sin importar su afiliación religiosa, etnia, edad y lugar de residencia.