Axel Kicillof le dejó clara una cosa concreta a los enviados del Fondo Monetario Internacional (FMI): en caso de volver al Gobierno, el kirchnerismo pedirá una renegociación del acuerdo con el organismo firmado en septiembre del año pasado, ya que considera imposible de aceptar la vigencia del concepto de “déficit cero”.
Después de la reunión en el despacho del diputado en el Congreso, el jefe de la misión técnica, Roberto Cardarelli, y el economista del Fondo designado para la Argentina, Trevor Alleyne, se fueron con la idea de que el kirchnerismo considera que el plan económico generado por el último acuerdo con el FMI “es impracticable en un eventual próximo Gobierno de Cristina de Kirchner”, y que, por lo tanto, debería ser renegociado de raíz.
El ex ministro de Economía reconoció que la firma del acuerdo es un acto de estado vigente, y que no será negado en ni en su legalidad ni en su puesta en funcionamiento, pero que se exigirá para 2020 cambios radicales de los paradigmas firmados, empezando por el ajuste monetario y fiscal derivado del déficit cero.
Según dejó en claro, para el kirchnerismo el acuerdo en las condiciones actuales es impagable e inaceptable en sus condicionamientos, y contrario a la idea que tiene Unidad Ciudadana para un eventual nuevo gobierno de Cristina de potenciar el crecimiento rápidamente a partir de una mejora del mercado interno.
Una vez terminado el encuentro, Kicillof precisó que los enviados del Fondo le confirmaron que el organismo no tiene un plan de crecimiento económico para el país, sino solamente “un programa de estabilización para el tipo de cambio”, y aseguró que “ellos dicen que les preocupa la inflación y el desempleo, pero que su función es estabilizar el tipo de cambio. Ven en 2019 un año muy recesivo”.
Kicillof declaró luego del encuentro, en una nota enviada por su oficina, que la explicación de la reunión fue porque el organismo, “tiene un papel central en la economía argentina” por “el acuerdo firmado por (el presidente Mauricio) Macri”. Y que “el principal interés -de la reunión- era escucharlos”, porque “tienen un papel central en la economía argentina”, ya que “el acuerdo firmado por Macri obliga al Gobierno a consultarle decisiones de política económica inherentes al Poder Ejecutivo, como la tasa de interés, el tipo de cambio y el nivel de gasto”.
“Les reiteré que el primer acuerdo de junio no era sustentable, al igual que el salvataje posterior. Les consulté si, dado el monto récord del préstamos, había habido en otra oportunidad un acuerdo similar en el que tampoco se haya consultado y debatido con la oposición antes de que se implementara. No me contestaron nada”, dijo el ex ministro.
Agregó que “ellos dicen que entienden y les preocupa el impacto en el empleo y la inflación, pero insisten en que esto es un plan de estabilización, más precisamente del tipo de cambio, y no un plan de crecimiento económico”.
Por último, el diputado remarcó que “reconocen que el país está atravesando dificultades, pero repiten que es necesario estabilizar la macro y el tipo de cambio. El problema es que esa estabilidad implicó una apreciación del cien por ciento del dólar y un nivel de tasas de interés que tiene un efecto devastador en la industria”.