Por Alfredo Silletta. La pregunta habitual en el despacho del presidente Mauricio Macri y en la Jefatura de Gabinete es una sola: Qué necesitamos para ganar. El mismo presidente acostumbra a decir -según publicó Infobae- que “hay que gestionar el terror. Hoy estamos en el peor de los mundos pero si estamos tranquilos no va a venir el lobo”, refiriéndose a la ex presidenta Cristina Kirchner y tratando de convencer a todos que es el mejor candidato.
Días atrás, en un bar cercano al Congreso, un hombre próximo al oficialismo realizó un brutal comentario a un legislador de Cambiemos:
-Si quieren ganar tienen que hacer como en Suburra, la serie italiana de Netflix.
-¿Que pasa en Suburra?, pregunto el legislador desconcertado.
-Mirá la serie y sabrás cómo se gana, insistió el hombre.
En la segunda temporada de Suburra, se muestra una elección en Roma donde la izquierda saca el 45% de los votos y la derecha el 40%. Ahí aparece un tercer candidato con el 9% que había hecho campaña basado en la inseguridad. En un acuerdo con la derecha decide que para ganar hay que crear el caos y el terror en Roma con los inmigrantes para que los ciudadanos voten a la derecha. Para eso hace un acuerdo con la mafia italiana. Finalmente la derecha gana con el 54% de los votos.
La respuesta estaba ahí y ya en la Casa Rosada piensan en como generar ‘el terror’ contra Cristina Kirchner. Estaban convencidos que con las supuestas causas de corrupción de Comodoro Py alcanzaba. No fue así y, como si fuera poco, apareció el escándalo de la red de espionaje que comandaba Marcelo D’Alessio y que vincula a legisladores, fiscales, jueces, funcionarios, servicios de inteligencia y periodistas para desprestigiar y meter presa a la ex presidenta.
En las últimas horas, llegó la orden del gobierno de acelerar la causa contra los Moyano y llevarlos a la cárcel. La intención es que Camioneros arme caos en la ciudad para culpar al sindicalismo y en forma especial a la ex presidenta, con lo cual recuperar los votos de la clase media.
Luego que el año pasado el presidente pidiera al juez Luis Carzoglio, a través de dos agentes de la AFI, que detenga a Pablo Moyano por una denuncia del barrabrava Pablo “Bebote” Álvarez y que el magistrado se negara, el gobierno, con la ayuda del procurador Julio Conte Grand, lo suspendió del cargo.
Ahora, con Carzoglio fuera la Justicia, en Cambiemos decidieron ir por la detención de Moyano. Fuentes del fiscal Sebastián Scalera dicen que “hay nuevos elementos” para avanzar contra el dirigente de Camioneros. La idea es que si cae detenido el dirigente gremial se produzca un caos en la ciudad con calles y rutas tomadas por trabajadores del gremio.
En la Casa Rosada, quienes conocen al presidente dicen que va por todo para ganar las elecciones. Alguno lo escuchó decir cómo Américo Ghioldi “se acabo la leche de la clemencia”, aquella siniestra frase que uso en la Revolución Libertadora con la cárcel y los fusilamientos a los peronistas que no aceptaban a la dictadura.