El furioso anti K, acabado como periodista y desparramando odio e incoherencias, quiso copar la parada con la receta de la lluvia de inversiones pero ante la parada de carro que le hicieron, se le escapó la tortuga y terminó confesando. Patético
El furioso anti K, acabado como periodista y desparramando odio e incoherencias, quiso copar la parada con la receta de la lluvia de inversiones pero ante la parada de carro que le hicieron, se le escapó la tortuga y terminó confesando. Patético