Diez días después de sus nefastas declaraciones, en las que llegó a plantear que “si hay mucha pobreza, que la gente vaya al campo”, ahora Susana Giménez salió a defenderse, y no sólo sostuvo que tergiversaron sus dichos, sino que intenta mostrarse como una mujer solidaria y preocupada por los que menos tienen, al asegurar que le duelen “tremendamente el hambre y la pobreza”.
“Si hay mucha pobreza que la gente vaya al campo. Nosotros fuimos siempre el granero del mundo y hay que enseñarle a la gente, por ejemplo del norte, a plantar, a tener gallinas en el gallinero. Qué sé yo, cosas”. Aquellas repugnantes expresiones generaron un generalizado rechazo tanto en el ambiente artístico como en el político.
Anoche la conductora decidió romper el silencio, y lo hizo a través de una extensa carta abierta que publicó en sus redes sociales.
“En los últimos días gran cantidad de medios periodísticos han polemizado y tergiversado incansablemente mis dichos”, comienza cuestionando.
“Con la tranquilidad de saber que mi comentario no quiso ser irrespetuoso o despectivo, opté por guardar silencio. ‘La gente me conoce’, pensé, ‘no hace falta que aclare nada’. Pero pasan los días y veo que siguen y siguen y siguen, entonces me parece que vale responder”, explica Susana.
En mayúsculas e incrédula de tener que aclararlo, Susana asegura: “AMO MI PAIS Y ME DUELEN TREMENDAMENTE EL HAMBRE Y LA POBREZA”.
“Sostengo lo que quise transmitir. Estoy convencida de que hay soluciones para salir de la pobreza que no están teniendo en cuenta y comienzan con la educación y un Estado que deje de ignorar el problema”, afirmó.
“Tengo amistad con un argentino que trabaja hace años en las Naciones Unidas, él me ha contado cómo lograron mejorar la calidad de vida de los más necesitados enseñándoles a organizarse de otra forma, poblando zonas rurales, buscando la forma de generar sus propios recursos…”, amplió.
Eso sí, Susana aceptó que el contexto de sus palabras (una fiesta super exclusiva y lujosa en Punta del Este) no era el más adecuado para hablar de una problemática tan complicada y dolorosa. “No era el momento ni el lugar”, admitió.
Y sobre el final pidió disculpas hacia quienes se hayan sentido ofendidos por sus palabras: “Jamás pensé que alguien pudiese interpretar de mala forma lo que dije, mucho menos creyeran que el dolor de la gente me resulta indiferente, no está en mi naturaleza, no sería yo”, afirmó.
“Quiero creer que aunque digan lo que digan la gente lo sabe… Pero como estamos viviendo un momento difícil de mucha incertidumbre y enojo, lo comprendo. Por eso si alguien entendió que lo estaba ofendiendo, le pido disculpas”, cerró Susana.
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Pensé mucho si escribir estas líneas, pero ahora estoy contenta de haberlo hecho.
1 comentario
SI LE DUELE EL HAMBRE DE LOS POBRES ,QUE PAGE LOS IMPUESTOS QUE LE PERDONO EL GOBIERNO ANTERIOR Y LOS IMPUESTOS QUE NO PAGA POR EL AUTO TRUCHO ,ETC.