Un grupo de autodenominados “intelectuales”, periodistas y científicos, la mayor parte de los cuales apoyaron abiertamente a la gestión de Mauricio Macri, acusaron al gobierno nacional de aprovechar la “cuarentena eterna” para avanzar en “proyectos de impunidad personal y la concentración de poder de grupos políticos oficialistas”.
En ese marco, cuestionaron la pericia sanitaria de la administración de Alberto Fernández y reclamaron que derogue los decretos “limitantes de los derechos constitucionales dictados en el marco de la pandemia” de coronavirus.
Muchos de los firmantes del documento que se conoció en las últimas horas, a fines de mayo pasado ya habían denunciado que la Argentina vivía una “infectadura”, y ahora sostienen que con el argumento de cuidar la salud de la población el gobierno avanzó con una agenda “disociada de la realidad”, que persigue el objetivo de “mantener la reclusión y el sometimiento de gran parte de la población”.
“Aquella carta tuvo una amplia difusión y fue duramente cuestionada por quienes la consideraron una exageración. Hoy las circunstancias evolucionaron en el sentido que menos deseábamos, pero que entonces intuíamos: en nombre de cuidar la salud de la población, el Gobierno avanzó con una agenda ajena al contexto que vivimos y disociada de la realidad”, subrayaron.
Entre los firmantes, aparecen “intelectuales” como Santiago Kovadloff, Juan José Sebreli, Jorge Sigal, Luis Alberto Romero, Darío Lopérfido, Federico Andahazi, Ricardo Lafferriere, Silvia Martínez, Roberto Cachanosky y Daniel Sabsay; el actor Luis Brandoni, y el ex bailarín clásico Maximiliano Guerra; los periodistas Gabriel Levinas, Ricardo Canaletti, Rosario Agostini, Lana Montalban, Eduardo Antin, Marcelo Panozzo, Luis Gasulla, Rogelio Alanzi, Sandra de la Fuente, Daniel Capalbo, Diego Dillenberger y Leonardo D’Espósito, y los profesionales Sandra Pitta (Conicet), Aldo Isuani (Universidad de San Andrés), Lilia Puig (Universidad del Litoral), Santiago Leiras (UBA), Fernando Pedrosa (UBA), Elena Carmelich (UBA), Osvaldo Pérez Sammartino (UBA), Diego Bernardini (Universidad de Mar del Plata), Ricardo López Gottig (Universidad de Belgrano) e Ignacio Labaqui (UCA).
En un tramo de la declaración, sostienen que “del discurso ultra cientificista de los primeros meses se pasó sin escala, pero con igual afán, a propagar relatos con incompleta y sesgada contrastación empírica o científica y hasta con datos erróneos destinados a mantener la reclusión y el sometimiento de gran parte de la población”.
Y para finalizar, concluyeron en que “es preciso acabar con el aprovechamiento de la cuarentena indefinida para avanzar en proyectos de impunidad personal y la concentración de poder de grupos políticos oficialistas”. “Es indispensable acabar con el uso ilegal del terror sanitario como herramienta para someter a la población”.