Horacio Rodríguez Larreta y los intendentes de Juntos por el Cambio, encabezados por Jorge Macri, están preocupados por el armado político de Emilio Monzó y Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires. De allí que decidieron jugar a María Eugenia Vidal que se negaba a ser candidata a legisladora, con todos los riesgos de ser humillada ante el Frente de Todos.
Florencio Randazzo y Emilio Monzó son amigos de toda la vida, se juntan en privado y en público. En noviembre del año pasado, luego del fracaso de Juntos por el Cambio se los vio en un almuerzo degustando unos pescados y acompañados por Sebastián García De Luca, el hombre de Rogelio Frigerio.
Ambos saben que no tienen destino en sus partidos políticos. Randazzo, cometió dos grandes errores de los que es muy difícil volver. En el año 2015, Cristina le ofreció que fuera a una interna con Daniel Scioli, quien ya había armado la fórmula con Carlos Zannini, y que lo acompañara Axel Kicillof o quien él elegirá. Las encuestas decían en esos tiempos que una interna la perdía 90 a 10, por lo cual decidió no competir. La ex presidenta entonces le ofreció que sea el candidato a gobernador por Buenos Aires y también se negó.
Dos años después decidió enfrentar a Cristina Kirchner en las PASO del PJ provincial, quien no aceptó y armó Unidad Ciudadana. Ir a una interna era hacerle el juego a Cambiemos y le ofreció el primer lugar en la lista de diputados. Tampoco aceptó. En aquellos días creyó que con el apoyo del Grupo Clarín, sus buenos contactos con Emilio Monzó y las “valijas de Salvai”, como contara en esos tiempos Jorge Asís en un explosivo artículo, le alcanzaba. Nada sirvió y perdió las elecciones logrando un escaso 5 por ciento de los votos que, obviamente benefició a Cambiemos.
En la vereda de Monzó pasó algo similar. El presidente de la Cámara de Diputados planteó una y otra vez que Cambiemos buscara un acuerdo con un sector del peronismo para no perder las elecciones. Nunca lo logró. Y, como si fuera poco, la gobernadora disfrutaba humillándolo. Es que Heidi es rencorosa y nunca olvidó que Monzó en el 2015 planteó que había que bajar la candidatura de Vidal para llegar a un acuerdo con Sergio Massa.
Vidal, en el cierre de las listas de 2019, lo invitó a Emilio Monzó a su bunker de Avenida Libertador y le rechazó uno por uno todos sus nombres. Disfrutó humillarlo, como meses antes había sido humillada por Mauricio Macri que no le permitió desdoblar las elecciones.
En las últimas horas, el ex intendente de Chivilcoy y hombre de Randazzo, Ariel Franetovich avisó que el randazzismo vuelve para terminar “la grieta”. El dirigente cree que es necesario la vuelta de Florencio a los primeros planos y que quizás fue demasiado prematuro su candidatura de 2017. Como era obvio el referente del randazzismo volvió a criticar a la vicepresidenta por “estar ejerciendo el poder que no delega al presidente, en lugar de ejercer la función inherente al legislativo” y de paso cuestionó el rol de La Campora.
En la misma línea, apareció Monzó afirmando que sería muy dañino una candidatura de Macri el próximo año y que JxC debe renovarse, ya que una candidatura del ex presidente sería un “atraso”. Macri no dudo en contestarle y culpar de todos los males de su gobierno a Monzó y Frigerio.
En las últimos días , tanto Randazzo como Monzó decidieron avanzar en la construcción de un frente político para participar en las elecciones del próximo año. La idea es buscar la amplia avenida del medio y sumar al sector de Margarita Stolbizer, entre otros.
Desde el Frente de Todos poco preocupó esta propuesta política. Muchos de los dirigentes que habían jugado con el randazzismo hoy están en el gobierno nacional. El oficialismo sabe qué irá unido el próximo año y no perderían votos en esa alternativa.
En cambio, hay preocupación en Horacio Rodríguez Larreta que ya trabaja en su candidatura presidencial 2023. El jefe porteño sabe que es muy peligroso perder votos por la derecha (Espert-Milei) y por el centro a través de un armado de Randazzo-Monzó. La misma preocupación la tienen los intendentes de Juntos por el Cambio, de allí que hubo una fuerte presión para bajar a Diego Santilli, Lilita Carrió o Miguel Ángel Pichetto de los primeros lugares y poner a María Eugenia Vidal, una referente del sector moderado que conduce Rodríguez Larreta.
La ex gobernadora aceptó el pedido de su jefe político, sabiendo que será carne de cañón en las elecciones del próximo año, donde le recordaran su pésima gestión: el despreció por la salud y la educación pública, el cierre de las Pymes, la inseguridad y hasta el espionaje ilegal contra políticos opositores desde el ministerio de Seguridad que comandada Cristian Ritondo.
El armado de Randazzo y Monzó avanza en la provincia de Buenos Aires. No es definitivo. Rodríguez Larreta intentará que Emilio acompañe a Vidal, dejando atrás a Santilli, Carrió y Pichetto. Veremos si lo logra, mientras tanto las conversaciones avanzan, aunque esta vez Randazzo no tendrá el apoyo generoso del Grupo Clarín ni los “bolsos” de Federico Salvai.
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