El genial capo cómico, en una nota para el diario Tiempo Argentino, analizó a la oposición y reveló como vive la pandemia del Coronavirus.
“No le veo nada bueno a esto. Desde lo personal y familiar nos cuidamos y por ahora estamos bien. Podría decir que estoy contento por el libro… Pero no le veo nada bueno a esto. Teníamos la esperanza de que durara menos, pero no. Entonces la incertidumbre se agranda. Es como vivir una serie en Netflix en tu casa. El impacto social y global es muy fuerte”.
“Me parece que nos va a quedar un dejo de bastante paranoia. Miedo al otro: Rosa de lejos, pero de muy lejos (risas). Y quizás miedo a una próxima pandemia, todavía peor. Vaya a saber. Todo esto subraya que por más que creamos otra cosa, somos seres pequeñitos que van y vienen. No mucho más. Todos sabemos que nos vamos a morir. Pero esto nos recuerda que también se pueden morir los que más queremos. Y eso siempre es muy duro. A su vez, el virus es algo que circula y no se ve. Mata y también atemoriza. Por eso hay que cuidarse y esperar. Ojalá las vacunas y los tratamientos aparezcan pronto. Pero eso también va a necesitar un proceso de adaptación. Después están los vivos que sacan ventaja siempre. Que ganan más o a lo sumo ganan un poquito menos. Este no es un virus tan transversal como muchos creían al principio”, manifestó Capusotto.
Sobre las Marchas Anticuarentena:
“No se puede tener demasiada esperanza de la humanidad (risas). También se mete la política partidaria, eso es notorio. Pero no hay que obsesionarse. Hay que estar atento a todo y darle su justa dimensión. Treinta tipos quemando barbijos son una foto, pero está lejos de ser algo profundo. Tampoco veo un millón de personas cuando se manifiestan contra casi todo. Por eso me gustaría que el gobierno logre retomar la agenda. Que en definitiva pasa por el impacto que la pandemia tiene en la salud, y en la economía de los que menos tienen”.
“Lo que pasa es que es muy difícil hablar con un tipo que dice que Alberto Fernández es comunista, que vivimos en un país comunista. O los que se inventan que vivimos en una dictadura para darse una falsa épica vaya a saber con qué necesidad… Algunos de ellos transitaron la verdadera dictadura y se encerraron sus casas para escribir libros autobiográficos, de cocina o folletos. No dijeron nada. Mientras tanto salen Macri y otros ex funcionarios a hablar de política y economía. Tampoco me sorprende: nunca les importó nada, menos ahora. No van a hacer una autocrítica o hacerse solidarios justo ahora. Pero no es fácil: ni a mi peor enemigo le deseo cuatro años de macrismo y una pandemia”, señaló el genial humorista