Implacable, la titular de Migraciones se le paró de manos a los gorilas de Grabia y Plager después que intentaran chicanearla con mentiras y falsedades.
Carignano soportó lo que pudo por respeto pero cuando las mentiras arrasaban, se sacó el as de espadas de la manga y les acomodó todos los dientes a los gorilas.