Fiel a su estilo, Alfredo Casero derrapó una vez más, recurriendo a fomentar el uso de la violencia. A partir de la polémica generada por el cruce entre Aníbal Fernández y el dibujante Nik, esta vez el ex humorista directamente pidió escrachar a los funcionarios y sus familias.
Haciéndose eco de lo que provocó el debate entre el ministro de Seguridad y el plagiador serial que trabaja para La Nación, el actor ultramacrista devenido en un vulgar troll, propuso a sus seguidores de Twitter escrachar a funcionarios del oficialismo cuyos movimientos él afirma conocer.
“Nosotros sabemos dónde van los hijos de ellos, dónde viven las amantes, dónde van y dónde vienen… filmemoslos, pongamos las direcciones. Nosotros somos miles”, escribió Casero, pero el entusiasmo le duró poco, porque minutos después, eliminó el tuit.