Luego que el impresentable jefe de gobierno porteño le apuntara a los piqueteros exigiendo que le quiten los planes, el operador ultramacrista salió a chuparle las medias como un campeón, en un ejercicio de felpudismo pocas veces visto.
Apelando a todo su histrionismo bizarro, el empleado de la Embajada no dudó un segundo y se inmoló por el alcalde de CABA
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H-D-R-M-P-DIOS SE LLEVO A TU VIEJO Y EN CUALQUIER MOMENTO TE VA A LLAVAR A VOS POR CANALLA Y AVARIENTO