1945-2022: El odio de clase del Partido Judicial contra el peronismo

El Poder Judicial ha decidido que hay que meter presa a Cristina Kirchner y proscribirla para que no sea candidata y luego ir por la disolución del peronismo, el sueño de las clases dominantes. Los jueces llevan en el ADN de su existencia el odio al peronismo desde su nacimiento en 1945. Tiene su razón de ser ya que el 17 de octubre les impidió hacerse cargo del país.

Hagamos un poco de memoria. Luego de la avanzada de la derecha que logra detener a Juan Domingo Perón a principios de octubre, el establishment decide que el Procurador de la Corte, el Dr. Juan Álvarez, se hiciera cargo del gobierno. Horas antes de su asunción sucedió lo que ya todos conocemos: los trabajadores tomaron la calle, llenaron la Plaza de Mayo y liberaron al coronel. Meses después hubo elecciones y el peronismo las ganó contra todos los pronósticos de la derecha.

Una de las primeras medidas del gobierno de Perón fue el juicio político a la Corte Suprema, el que finalizó en 1947 con la destitución de todos sus miembros más la del procurador. Los argumentos fueron contundentes: desde haber convalidado con sus acordadas de 1930 y 1943 gobiernos de facto y emitir fallos políticos para impedir los fines sociales de último gobierno ha haber negado a tomar juramento a los camaristas de la Justicia del Trabajo, retardando así el funcionamiento del fuero laboral.

Con la llegada de la revolución fusiladora en 1955, los magistrados fueron los encargados de la persecución judicial a Perón y al peronismo. El juez Luis Botet fue el encargado del sumario instruido contra Perón y otros por “traición a la Patria y asociación ilícita”.

Paralelamente al ex presidente se le abrieron 119 procesos judiciales, incluido uno por estupro donde se lo acusaba al Perón de tener relaciones sexuales con una niña de 15 años llamada Nelly Rivas.  Los jueces la internaron en un orfanato y sus  padres fueron enviados al penal de Olmos.  Toda una patraña que no merece ninguna aclaración.

No conformes con la persecución a Perón se intervino la CGT, se inhabilitaron más e 150.000 delegados de fábricas, se encarcelaron a cientos de dirigentes peronistas y se robaron el cadáver de Evita. La dictadura firmó el decreto 4.161 que prohibió al peronismo y toda exhibición de símbolos referidos al peronismo.

A principio de la década del ‘70, el general Agustín Lanusse comenzó a dialogar con Perón en Madrid y entre las primeras medidas ordenó cerrar los 27 procesos judiciales que continuaban abierto, devolverle el grado de general del Ejército y la devolución del cadáver de Eva Perón.

El odio al peronismo continuó luego de la muerte del líder y hasta se robaron las manos de Perón. La llegada de Néstor con el juicio político a la Corte menemista y las medidas económicas a favor de los más humildes volvió a recrear ese odio de clase. Con Cristina las conquistas laborables fueron más acentuadas como la nacionalización de las AFJP, Aerolíneas e YPF y la creación de la Asignación Universal por Hijo y la entrega de computadoras en las escuelas.

La campaña electoral fue feroz y pese a que Daniel Scioli perdió por dos puntos el balotaje, el establishment económico  creyó que con el triunfo de Mauricio Macri se acababa el peronismo para siempre. Desde el primer día el macrismo junto a los medios de comunicación y la Justicia comenzaron a perseguir e inventarle causas a la ex presidenta, alguna ridículas como el dólar futuro. Metieron preso al vicepresidente Amado Boudou y a varios ministros y funcionarios del kirchnerismo, incluso empresarios como Cristóbal López y Fabián de Sousa, dueños de C5N.

La gestión de Macri fue tan mala que endeudó al país en más de 100 mil millones de dólares y terminó con una inflación superior al 50 pro ciento. De allí que por más campaña que realizaran los medios hegemónicos, la ex presidenta conformó una fórmula con Alberto Fernández y el Frente de Todos ganó en primera vuelta.

La derecha no lo pudo digerir y luego de no poder romper el Frente de Todos y ante el temor que Cristina sea candidata en el 2023 decidieron ir por todo. En el burdo juicio por la obra pública en Santa Cruz, la Corte ya condenó a la vicepresidenta  como si fuera culpable al ordenar al fiscal y al tribunal que la condenen. No solo eso, buscan proscribirla de ser candidata  al inhabilitarla para ocupar cargos públicos. Un calco de lo que pasó primero con Dilma Rousseff y luego con Lula da Silva en Brasil.

Cristina Kirchner publicó en las últimas horas dos videos donde muestra claramente que los jueces de la Corte ya tienen escrita y firmada la sentencia contra ella.

El ex juez de la Corte, Raúl Zaffaroni, señaló que la intención es proscribir a Cristina  de las elecciones del año que vine. En declaraciones radiales afirmó: “Cristina sintetiza algo que venimos diciendo y observando hace bastante tiempo. El Lawfare está funcionando a dos velocidades sincronizadas. Ahora, se sobresee y protege al expresidente Mauricio Macri, y a su vez se intenta proscribir a la vicepresidenta para las elecciones del año que viene. Sectores judiciales quieren obtener una condena rápida contra ella, con todo un escándalo mediático. Y luego obtener una condena firme para que la justicia electoral diga que no puede presentarse a ningún cargo”.

El Lawfare no es solo la Justicia metiendo preso a los dirigentes populares. Es eso y el establishment económico aumentando el dólar ilegal, presionando por una devaluación y subiendo en forma brutal el precio de los alimentos. En paralelo, los medios hegemónicos  machacan las 24 horas la desesperanza para que el pueblo esté desmovilizado. Es hora que el gobierno tome las medidas que haya que tomar, recrear la esperanza y movilizar el pueblo a las calles.