El odio al peronismo cruzó las fronteras y se coló en las discusiones de la política española como un sinónimo de lo que la derecha cuestiona, tal como ocurre en el marco del debate sobre la reforma fiscal que propone el gobierno de Pedro Sánchez.
Bastó que la coalición que integran el Partido Socialista (PSOE) y Podemos presentara un proyecto de ley sobre un ‘impuesto de solidaridad’ para grandes fortunas durante dos años, seguido de una rebaja fiscal para rentas medias y bajas de trabajadores, para que se encendieran las alarmas en la derecha.
La conservadora Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, atacó el plan del gobierno de Sánchez para gravar a las grandes fortunas, calificando la medida de “populismo fiscal” y acusando al socialista de querer instaurar el peronismo en el país.
“Me niego a que el motor económico de España se instale en esa decadencia política y económica que está arruinando tantos países por el mundo”, prosiguió, para rematar: “Aquí la gente quiere ser libre, quiere tener sus proyectos, quiere tomar sus decisiones”.
Díaz Ayuso adelantó que piensa recurrir la reforma ante el Tribunal Constitucional, porque sostiene que es una suba de impuestos encubierta, y dijo que la propuesta es ‘populismo fiscal’: “Le quitan el dinero a la gente para luego, como hacen los peronistas, repartirlo en pagas, ayudas, subsidios”.
Me niego a que el peronismo arruine el motor económico de España. pic.twitter.com/DLIx8wm4Uk
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) October 6, 2022
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Gorilismo made in Spain