“Es evidente que gran parte del sistema de medios privados ha decidido no dar cuenta de lo ocurrido”, dijo ayer el presidente Alberto Fernández, por cadena nacional, en un tramo de su discurso.
Durante su exposición, Fernández apuntó contra los integrantes del llamado Partido Judicial y los directivos del Grupo Clarín que coordinaron difundir una versión falsa para justificar la participación de varios de ellos en un vuelo privado y la estadía de lujo en la estancia del magnate inglés Joe Lewis.
Obviamente, esa tarea de encubrimiento contó con el apoyo del holding periodístico de Héctor Magnetto. Por este motivo, frente a la denuncia del mandatario, tuvieron que abordar el escandaloso tema.
Sin embargo, y tal como lo refleja el zócalo de TN, lo hicieron de una manera sugestiva y ocultando datos importantes: “Alberto Fernández pidió a la justicia que se investigue un viaje al sur del país”.
Demás está decir que nunca se refirieron al contenido de los chats autoincriminantes de funcionarios judiciales y de Juntos por el Cambio, y mucho menos desde ya, a la participación de la patronal del Grupo Clarín en esa excursión al sur, y el posterior chat de Telegram creado para urdir tácticas de ocultamiento de aquel viaje.
“Hablando sobre un supuesto viaje que tiene que ver obviamente con la naturaleza privada de las personas, no hay que perderlo de vista y de las actividades que hagan dentro de su ámbito privado (sic) …Esa supuesta filtración se obtuvo como dijo el presidente a partir de un hackeo (que aseguró había ya sido denunciado “oportunamente”) ¿aplica a esto la credibilidad cuando se obtiene de esta manera? Es una de las primeras preguntas. En derecho se habla de la fruta del árbol prohibido (sic) “, dijo el periodista, subrayando el carácter no formal de la obtención de los chats sobre cuyo contenido ni siquiera informaron de qué trataba.