Con un llamado a la militancia y sacándole la careta a la justicia, Cristina volvió a patear el tablero

Con un llamado a la sociedad (“¡hay que despabilarse!”), aclarando que “no hubo renunciamiento, sino proscripción”, en cuanto al porqué no será candidata a nada en las elecciones del año próximo, y una radiografía sobre el poder de una Justicia que, con sus fallos, no solo destruye la institucionalidad democrática, sino que perjudica a la sociedad, Cristina Kirchner ratificó ayer su centralidad política en un mensaje para cerrar este 2022.

La vicepresidenta lo hizo con un mensaje desafiante hacia dentro del peronismo, específicamente a la militancia, cuando instó a “sacar el bastón de mariscal de la mochila”, lo que lisa y llanamente fue un pedido sobre la necesidad de abandonar la comodidad de los escritorios y las discusiones en redes sociales, para salir a la calle para dar el debate político necesario sobre lo que ocurre.

Al encabezar en Avellaneda el acto de inauguración del Polideportivo municipal “Diego Armando Maradona”, no fue casual que CFK estuviera en el escenario flanqueada por el gobernador Axel Kicillof y el intendente local, Jorge Ferraresi, dos claros exponentes de lo que es la militancia a la hora de defender un proyecto.

Justamente, en el discurso previo, el mandatario provincial cerró con un: “Te necesitamos Cristina para seguir avanzando con los derechos”. Pero al arrancar con su exposición, ella misma se encargó de aclarar cuál era su situación respecto a las candidaturas, al subrayar que “acá no hay renunciamiento ni autoexclusión, hay proscripción”, y puso de relieve que “el miedo es un gran disciplinador de la dirigencia política, y un gran frustrador de las sociedades”.

Cristina no dudó en sostener que hoy el país se encuentra “ante un hecho ajurídico, como si hubiera desaparecido el Estado de derecho”, que “influye en la calidad de vida de los ciudadanos”.

Fue en ese contexto que instó, con énfasis “¡Hay que despabilarse!”, ya que “este partido judicial está influyendo sobre la vida de todos, cuando te arrancan la cabeza con la factura del celular, internet, cable, es porque hubo un juez que dictó un amparo para que no sean servicio público. Lo mismo pasó con las prepagas”, comentó, al referirse a la influencia de la Justicia en la vida cotidiana para las personas de a pie.

Y seguidamente, lanzó un fuerte llamado político al seno del Frente de Todos (FdT). “Yo creo que el peronismo en esto, cada compañero, cada dirigente, cada militante tiene su bastón de mariscal en la mochila: sáquenlo y no le pidan permiso a nadie. En todo caso, si se equivocan con el bastón, pidan perdón, pero permiso no le pidan a nadie”.

En esa dirección, optó por alentar a la dirigencia peronista para que salga a las calles, con un mensaje que ya había bajado en la cena con dirigentes bonaerenses en Ensenada, la misma noche de su condena, y en medio de la conmoción general.

“No estemos mirando los peronistas para que alguien baje mágicamente a decirnos qué es lo que hay que hacer”. Como al pasar, tanto que casi quedó inadvertido, habló de la pertenencia a “la agrupación política amague y recule permanente”, que fue un claro dardo contra Alberto Fernández.

Justamente, la crítica que se le hace desde el kirchnerismo fue el reciente anuncio del pago con un bono de la decisión de la Corte Suprema a favor del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cuatro días después de haber expresado en un comunicado firmado junto a 14 gobernadores que el fallo era político y de imposible cumplimiento.

Y ya que estaba, cuando profundizó en esta cuestión de la doble vara, Cristina recordó el caso del diputado Juan Ameri, expulsado sin contemplaciones de la Cámara “por besarle una teta a su pareja durante una sesión virtual”, mientras que Gerardo Milman, el legislador vinculado a Patricia Bullrich “involucrado en múltiples irregularidades y con conexiones aún no aclaradas respecto al atentado en su contra, sigue en su banca como si nada”.

Por eso mismo, en el cierre de su encendido discurso convocó a una gran movilización el próximo 24 de marzo, a los 40 años del retorno democrático, con la consigna “Argentina y democracia sin mafias”.