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La Plata
19 marzo, 2024
PAÍS

El más que obvio paso al costado de Macri mueve el tablero propio, y hace ruido en el Frente de Todos

“Gesto de grandeza”, “renunciamiento histórico”, “generoso y valiente”, “actitud de estadista”, y otras hipócritas reacciones en su frente interno, en sintonía con los comunicadores de los medios hegemónicos, salieron a referirse al anuncio de Mauricio Macri, en cuanto a que no será candidato en las elecciones de este año.

Pero, sin lugar a dudas, lo que no se animan a decir –empezando por el propio ex presidente- es que tal renunciamiento no es tan complicado de desentrañar, teniendo en cuenta que es, sencillamente, el paso al costado que da alguien a quien las encuestas le revelan que el rechazo que genera en la población supera el 70 %, una cifra impensable para cualquiera con pretensiones de alguna postulación.

La primera lectura es que al quedar Macri fuera de la cancha (¿y el cacareado segundo tiempo?), va a profundizarse la ya de por sí salvaje interna entre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la titular del PRO, Patricia Bullrich, con una María Eugenia Vidal que seguramente no será candidata, pero que intentará intervenir en esa pulseada.

En otras palabras, lo que hace Macri con esta decisión es habilitar el juego del “todos contra todos”, al interior de su espacio, donde los candidatos que competirán en las PASO de agosto ya vienen haciendo campaña, con disparos de munición gruesa.

En definitiva, el renunciamiento del ex presidente no hace más que reacomodar varios escenarios al mismo tiempo: en Juntos por el Cambio, le da certeza a dos de las candidatos del PRO (Bullrich y Larreta) que no tendrán que bajar sus candidaturas, mientras les da claridad a los radicales sobre cuál es el adversario a vencer en las PASO.

“Quiero ratificar la decisión de que no seré candidato en la próxima elección. Lo hago convencido de que hay que agrandar el espacio político del cambio. Voy a seguir defendiendo la libertad”, sostuvo Macri, quien luego le asestó un dardo al actual mandatario: “Nunca más vamos a tener una marioneta como presidente”.

El jefe de Gobierno porteño tal vez sea quien menos sentirá el impacto de la caída de Macri. Su equipo venía viendo que el ex presidente no iba a postularse, pero igual trabajaban con la hipótesis de tener que enfrentarlo. Es más, Larreta ya había dejado en claro que no iba a bajarse en ninguna circunstancia.

Y Patricia Bullrich es quien más esperaba esta definición: una candidatura de Macri hubiera complicado sus posibilidades. Por eso festejan, y en su entorno consideran que la ex ministra de Seguridad podría ser la más beneficiada: en su comando de campaña tienen medido que “ocho de cada diez votos de Macri van a ella”.

Y por supuesto, en el Frente de Todos también tuvo impacto: en el albertismo ya sugirieron que Cristina Kirchner debería seguir el mismo camino que Macri, mientras que, por el contrario, en el kirchnerismo coinciden en que Alberto Fernández tendría que imitarlo.

La decisión que tomó ayer Macri de no presentarse a las próximas elecciones “no cambia” el escenario en el oficialismo, donde remarcan que “ninguno está impugnado a ser candidato”.

Sobre la decisión de Macri de no competir, en el Gobierno consideraron que el ex mandatario “es consciente de su limitación”, que “expresa su incapacidad” para gobernar, y que “él hubiera perdido” en caso de que optara por postularse a una nueva presidencia.

En el FdT lo que les ocupa “es poder abrir un debate”, que fue postulado por el propio Alberto Fern el 17 de noviembre de 2021 en Plaza de Mayo, cuando propuso ir a unas PASO en el espacio, “y que ningún dirigente tenga la posibilidad de vetar a otro”, remarcaron.

Desde el kirchnerismo piden que, “en espejo”, Alberto Fernández haga lo mismo que Macri y se corra de la carrera por la presidencia para habilitar unas PASO del Frente de Todos sin él. Sin embargo, por ahora, cerca del presidente parecieran no darse por aludidos e ignoran las presiones: dicen que Fernández sigue con la idea de dirimir las candidaturas en una interna en la que “nadie esté vedado”, y agregan que “nadie tiene que imitar a Macri”.

Y la insistencia apunta al hecho de que el actual mandatario “también se tiene que correr, porque tiene la misma característica: una baja intención de votos que obtura el desarrollo de una estrategia electoral”.

 

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