Si viajáramos al más allá, y le contáramos a Scalabrini Ortiz, Jauretche o al colorado Ramos que en el Centro Cultural Kirchner decidieron cambiar la estatua del ex presidente Néstor Kirchner por la del ratón Mickey no lo podrían creer.
Pero es la triste realidad que vive el pueblo argentino. Un presidente cipayo que admira todo lo que viene de afuera y desprecia lo argentino. Para los más jóvenes, la palabra cipayo está ligada al Imperio Otomano, cuando reclutaban soldados del norte del continente africano o posteriormente el imperio Británico que utilizaran como tropas a soldados hindúes en plena ocupación de la India.
Con los años se considera cipayos a todos aquellos habitantes de un país que miran al extranjero en vez de su propia tierra.
1 comentario
Cualquier cosa en lugar de una persona corrupta que fundió el país junto a su esposa e hijos .