Preocupado ante la constante sangría de dirigentes del PRO hacia La Libertad Avanza, Mauricio Macri se vio obligado a cortar sus vacaciones en Villa La Angostura, para encabezar una cumbre partidaria en Buenos Aires, ordenar a su tropa y demostrar que sigue siendo el líder de esa fuerza política.
Sin embargo, 15 minutos antes del encuentro, los legisladores porteños que responden a Patricia Bullrich anunciaron la ruptura del bloque amarillo para pasarse al oficialismo. “Es tiempo de valientes”, celebró la ministra de Seguridad, en una solapada chicana al fundador de Cambiemos.
En una jugada maquiavélica, poco antes del inicio de la cumbre la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, se reunió con Bullrich y la jefa del bloque libertario, Pilar Ramírez, para oficializar los traspasos de los diputados Juan Pablo Arenaza, Silvia Imas y María Luisa González Estevarena. “La Libertad se defiende con convicción y coraje”, expresó provocadora la ministra, y posó sonriente para una foto con los nuevos integrantes de la bancada.
La Libertad se defiende con convicción y coraje. Es tiempo de valientes, de quienes dan la pelea por un país sin miedo y con futuro. ¡Firmes, vamos con todo! https://t.co/MdEMX3pah2
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) January 29, 2025
La jugada, además de exponer la creciente debilidad de Mauricio Macri, le provoca un fuerte dolor de cabeza a su primo Jorge, que tendrá menos peso en la Legislatura porteña. Los tres legisladores formaban parte de Vamos por Más, el bloque oficialista que responde al jefe de Gobierno de la Ciudad.
Con estos movimientos, el bloque oficialista porteño pasa de tener 15 a diputados a solo 12 –sobre un total de 60– y estará más condicionado para negociar los proyectos de ley. El panorama no pinta sencillo para el alcalde, que no tiene diálogo con la Casa Rosada e incluso salió esta semana a diferenciarse de Milei por sus ataques a la comunidad LGBT+. “Me gustaría ver un Presidente que abogue más la unidad de la Argentina que por seguir instalando nuevas divisiones”, apuntó Jorge Macri.
A pesar de estos movimientos, el ex presidente definió acompañar los proyectos que Milei incluyó en el temario de sesiones extraordinarias del Congreso, y reiteró la idea de armar un equipo de trabajo conjunto con La Libertad Avanza.
En esa línea, la reunión de mesa ejecutiva del PRO dispuso marcar algunos matices. Por ejemplo, el Gobierno pretendía que el Congreso votara la eliminación de las PASO, pero el macrismo decidió que sólo aprobará la suspensión por este año.
En tanto, también se definió el acompañamiento a los proyectos de juicio en ausencia, reiterancia, y la nueva ley de Ficha Limpia que impulsa Milei, después de rechazar el promovido por el PRO, a pesar de que el macrismo cree que si el texto consigue los votos en Diputados, es muy probable que la discusión se trabe en el Senado.
Al ritmo de lo que marcan las encuestas, cada vez son más los dirigentes amarillos que emigran hacia las Fuerzas del Cielo. El último relevamiento de Managment and Fitt indica que, si las elecciones fueran hoy, el PRO quedaría en cuarta posición y atraparía solamente al 7% del electorado.
La partida de Diego Krávetz, que abandonó el PRO para convertise en el número 2 de la SIDE, así como la del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. O la renuncia de Luis Juez a la presidencia del bloque PRO en el Senado, no hacen más que confirmar que el éxodo recién está arrancando.
El otro dirigente de peso que ansía con jugar en el oficialismo es Diego Santilli. Ayer, un rato antes del encuentro del PRO, el diputado visitó Casa Rosada para reunirse con Eduardo “Lule” Menem. La charla con el asesor electoral de Karina Milei duró aproximadamente una hora y se circunscribió a la eventual alianza.
En la lista de los que se ven seducidos por el oficialismo también están el jefe del bloque en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, y el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro. Por si había alguna duda de deseos de saltar de bando, los dos se despegaron rápidamente del comunicado del PRO que acusó de autoritario al presidente.
Macri, en tanto, quedó atrapado en su momento de mayor debilidad. Entiende que necesita imperiosamente una alianza electoral para que el PRO no desaparezca del mapa, pero pretende imponer condiciones para no ser absorbido por completo. Y mientras espera una respuesta de Milei, utiliza la agenda parlamentaria como moneda de cambio. La estrategia, está a la vista, no le viene dando resultado.