“Estás desorientado y no sabés/ qué trole hay que tomar para seguir/ y en ese desencuentro con la fe/ querés cruzar el mar y no podés… Por eso en tu total/ fracaso de vivir/ ni el tiro del final/ te va a salir”. Así comienza y así termina Desencuentro, el gran tango de Cátulo Castillo.
José Luis Espert, primer candidato de La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires, percibe que nada lo salvará del desprecio social por sus vínculos con Fred Machado, el narcotraficante detenido en la Argentina y con pedido de extradición de los Estados Unidos.
Luego de haberse negado a hablar del tema en televisión, el diputado quedó acorralado tras la publicación del diario La Nación, que mostró pruebas contundentes: un pago de 200.000 dólares recibido a través del Bank of America y al menos 35 vuelos en aviones de Machado. Presionado, Espert grabó un video “aclaratorio”.
En su mensaje reconoció haber cobrado los 200.000 dólares, aunque intentó justificarlo como un “asesoramiento económico” vinculado a una empresa minera en Guatemala. Sin embargo, el pago no provino de ese país, sino de las cuentas de Debra Mercer-Erwin, socia de Machado y actualmente condenada a 16 años de prisión.
Otra contradicción quedó expuesta en relación a los vuelos. Mientras Espert sostuvo que solo había viajado una vez en aviones de Machado, la Justicia Federal comprobó que lo hizo en 35 ocasiones durante 2019, cinco de ellas acompañado por el propio narcotraficante.
El juez Martínez de Giorgi recibió un informe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que detalla los traslados, todos en plena campaña presidencial de Espert, cuando soñaba con llegar a la Casa Rosada.
Entre dólares sospechosos, vuelos narcos y justificaciones que no cierran, Espert quedó desnudo frente a la sociedad. El tango de Cátulo lo anticipaba: en su desencuentro con la verdad y el fracaso de su ambición política, ni el tiro del final le va a salir.