Por Alfredo Silletta. Un grupo de intendentes y legisladores de la provincia de Buenos Aires se reunirá esta mañana en el Senado bonaerense y, además de analizar los números del presupuesto, discutirán la presión brutal del gobierno nacional y provincial para que la intendenta de La Matanza, Verónica Magario no sea elegida hoy presidenta de la Federación Argentina de Municipios (FAM).
A las 14 horas, en los salones de Costa Salguero, unos 800 intendentes de todo el país votaran el reemplazante de Julio Pereyra en la conducción de la organización.
En las últimas semanas, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio ha presionado a los intendentes de la provincia de Buenos Aires para que “bajen a Magario porque la gobernadora no la quiere y si no lo hacen le vaciamos la FAM”. Desde la Rosada señalan que no van aceptar alguien que nos critica las políticas económicas y se enfrenta al presidente y a la gobernadora, además de tener en su gabinete a kirchneristas como Roberto Feletti y Deborah Giorgi y a sciolistas como Alejandro “Topo” Rodríguez.
Por ahora ningún intendente peronista aceptó el convite y van a mantener la propuesta de un año para el peronismo, otro para el radical Ramón Mestre y el tercero para el massista Gustavo Sanz. Un jefe comunal le comentó a este Portal que “este gobierno nos quiere llevar puesto, son unos hipócritas, hablan de diálogo, pero es todo un monólogo y sino obedeces te meten denuncias judiciales para embarrar la cancha”.
Por ahora los intendentes del peronismo han señalado que no van aceptar que quieran romper la unidad del peronismo en la provincia. Bajarla a Magario produciría un daño enorme en la unidad del peronismo bonaerense y sería perjudicial para las elecciones del próximo año. Los 54 jefes comunales que tiene el peronismo en la provincia sabe que si logran mantenerse unidos ganarán las elecciones el próximo año, como lo reflejan varias encuestas.
Días atrás, en este portal publicamos una anécdota de un viejo dirigente del peronismo que relatara una historia de Juan Domingo Perón con el general Alejandro Agustín Lanusse. Esta bueno recordarla nuevamente en estas horas:
“Luego de su regreso histórico el 17 de noviembre de 1972, el gobierno de Lanusse quería un pacto con Perón, pero el general decidió, al no poder ser candidato, postular la fórmula Héctor Cámpora-Solano Lima. Hacia medidos de enero de 1973, Cámpora mantenía una muy buena relación con la JP y las organizaciones armadas prometiendo la liberación de todos los presos políticos, por lo cual Lanusse se reunió con las máximas autoridades de las Fuerzas Armadas que expresaron su preocupación por el cariz de la campaña y dieron a conocer un comunicado para que firmaran todos los partidos políticos de “enfrentamiento a la subversión y de no liberación de los presos terroristas”. El peronismo se opuso y señaló que “el único pacto de garantías que tenemos es con nuestro pueblo”. La dictadura intentó entonces proscribir a Cámpora, pero Perón, rápido de reflejos, declaró que “en ese caso el candidato será el teniente Julián Licastro, con lo cual, si Cámpora les cuesta, Licastro les costará mucho más, pues es joven y militar”. Licastro, con un grupo de jóvenes oficiales se había sublevado en 1971, era uno de los delegados de Perón y para las Fuerzas Armadas hubiera sido inaceptable”.
A veces, cuando aprietan al peronismo, hay que plantarse y redoblar la apuesta, le contó a Info135 el dirigente del peronismo bonaerense que relató aquella anécdota de Perón. En pocas horas se sabrá el resultado de la votación democrática en la FAM.