El presidente encabezó hace dos días un acto en el partido de Morón para poner en marcha la tuneladora que soterrará el tren Sarmiento. La obra fue adjudicada a la empresa del primo de Macri, Angelo Calcaterra, que no deberá invertir fondos propios: sin licitación y por decreto del Gobierno pondrá los recursos. Se trata de $ 45.000 millones, de los cuales $ 300 millones se desembolsarían este año; $ 8.940 millones en 2017 y 2018 y $ 28.820 millones en años siguientes. El beneficio lo recibirán las empresas italiana Ghella, la brasileña Odebrecht y IECSA, de Ángelo Calcaterra, empresa que le “compro” a Macri en el 2007.
El soterramiento del Sarmiento se licitó en 2006, durante la gestión de Néstor Kirchner, y se adjudicó dos años después. Al contrato lo ganó una unión transitoria de empresas (UTE) que, además de Iecsa, integraron la italiana Ghella, la brasileña Odebrecht y las españolas Comsa-EMTE. Con innumerables idas y venidas, en ocho años la tuneladora no pudo avanzar ni un centímetro.
El monto inicial de la obra era de US$ 2 mil millones y las empresas debían buscar crédito externo: ofrecieron el financiamiento del Credit Suisse y del Bndes. Pero los tratos no prosperaron y todo permaneció frenado por años. Ahora lo pondrá el Estado.
Ante el escándalo de beneficiar a la empresa de su primo, desde Iecsa anunciaron que la empresa de Calcaterra está en proceso de venta, como para cubrir al presidente.
“Ahora empezó de verdad”, celebró el Presidente cuando las máquinas se encendieron: la platita queda en familia.