El gobierno de María Eugenia Vidal modificó el reparto de la coparticipación en los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, según publicó el viernes el Boletín Oficial. Se trata del Coeficiente Único de Distribución (CUD) que se implementa en arcas bonaerenses y se basa en una serie de parámetros para asignar qué porción le corresponde a cada distrito.
Del total de los municipios bonaerenses, 64 recibirán este año un porcentaje menor de coparticipación provincial, mientras que otros 70 verán incrementada su participación y uno, San Fernando, recibirá lo mismo que en 2016.
Entre los más perjudicados están La Matanza, que retrocedió del 7,9 al 7,65 en un año, perdiendo casi 4 puntos porcentuales; Avellaneda que perderá un 10,6 por ciento en relación al año pasado y Malvinas Argentinas, que perdió 2,76 por ciento.
La Matanza, el municipio gobernado por Verónica Magario, está entre las variaciones más bajas en comparación a lo que recibieron el año anterior. El distrito más populoso de la provincia retrocedió del 7,9 al 7,65% en un año, perdiendo así casi 4 puntos porcentuales. Si bien sigue recibiendo la porción más grande –debido a cuestiones estrictamente numéricas por su cantidad de población- registró una significativa merma en comparación a 2016. Avellaneda, es el municipio manejado por Jorge Ferraresi, un intendente muy crítico a las políticas implementadas por Mauricio Macri y Vidal.
El reparto está reglado por la ley 10.559, que establece que los municipios recibirán en concepto de coparticipación el 16,14% del total de ingresos que percibe la Provincia en concepto de impuestos sobre los Ingresos Brutos no descentralizados al ámbito municipal, Impuesto Inmobiliario Urbano, Impuesto a los Automotores, Impuesto de Sellos, Tasas Retributivas de Servicios y Coparticipación Federal de Impuestos.
Vale señalar que, para diagramar dicha entrega de recursos, el Ejecutivo se basa en un Coeficiente Único de Distribución (CUD) que tiene en cuenta, entre los principales factores, la densidad poblacional, el caudal turístico, la capacidad potencial absoluta y per cápita de los municipios por la recaudación de tasas que le son propias y sus efectores de salud.
Precisamente en lo que refiere a este último factor de cálculo, varios intendentes que han sido afectados el pasado año con una merma en el giro de fondos, vienen cuestionando que no se contemplen las políticas de promoción de salud y prevención que realizan, lo cual, advirtieron, provoca una reducción en el número de pacientes internados, algo que finalmente los perjudica bajo el imperio del actual CUD que, a la hora de analizar los sistemas de salud municipales para otorgar las partidas, toma el número de camas disponibles y su ocupación en los nosocomios.