Mientras afuera miles de personas exteriorizaban su rechazo a las políticas de ajuste, dentro del edificio del Congreso los senadores empezaban a debatir la reforma previsional y el Pacto fiscal con las provincias -impulsadas por el Gobierno- que, al filo de la medianoche, fueron aprobadas gracias a los votos del oficialismo y del bloque del PJ comandado por Miguel Ángel Pichetto.
Justamente, durante la sesión, y ante la expectativa que generaba su postura, Pichetto le incorporó un sabor amargo a su voto afirmativo, al decir que “nos toca la ingrata tarea de votar esta ley, porque acompañamos a los gobernadores”.
De esta manera, en lo que fue la última sesión del período ordinario y en un trámite exprés, Cambiemos logró el objetivo de debatir el tema antes de que Cristina Kirchner asuma su banca el 10 de diciembre próximo.
Con el último cambio de fórmula propuesto por el Gobierno, un jubilado que recibe la mínima tendría un incremento de sólo $ 414 para marzo del año próximo, mientras que con el esquema presente sería de $ 957. La meta, entonces, es un ajuste de $ 543 para los adultos mayores de menores recursos.
El objetivo del Estado es el ahorro de $ 100.000 millones el año próximo, en un momento en que el pago de la deuda pública aumenta su relevancia en el presupuesto.
Distinta fue la postura de la senadora por Chubut, Nancy González, quien dijo: “Me hubiera gustado que el Gobierno haga una ley de coparticipación federal y no que estemos con estos sobornos a los gobernadores. La reforma previsional busca destruirle a los jubilados todos los beneficios que lograron hasta ahora”. Y agregó que “este proyecto es un caballito de Troya para desfinanciar al Anses y volver a las AFJP. Nunca votaría afirmativamente un proyecto que le baje el sueldo ni a los jubilados, ni a los trabajadores”.
Por su parte, la kirchnerista María Ester Labado (Santa Cruz), advirtió: “Hagan la cuenta que hagan, los jubilados van a percibir menos”, y que “en la plaza del Congreso volvía a haber miles de Norma Plá, hemos retrocedido”.
En tanto, el macrista Federico Pinedo entatizó que “no son acuerdos para el ajuste”, en un discurso que buscó ser “una defensa política de los acuerdos alcanzados entre el presidente y los gobernadores”.
Finalmente, con 43 votos afirmativos, 23 negativos y tres abstenciones, los dos proyectos claves para el Gobierno fueron aprobados, y ahora vendrá el turno de Diputados.