Un estudio realizado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) reveló que la situación de pobreza en el Conurbano empeoró en los últimos tres meses y no bajó, como anunció con bombos y platillos el gobierno de Mauricio Macri en base a cifras del INDEC del año pasado.
El informe del Quinto Monitor del Clima Social, que fue publicado por Página 12, sostiene como primeras conclusiones que en las zonas sur y oeste del Conurbano la mitad de los hogares redujo las porciones de comida; casi cuatro de cada diez personas come menos porque no hay dinero suficiente para comprar alimentos y una de cada cinco personas manifestó que tuvo hambre durante el último año. Además más de la mitad afirmó que su situación económica es peor o mucho peor que la que tenían a principios de 2017.
Para el trabajo fueron entrevistadas 2.145 personas de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano bonaerense, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico social. Las entrevistas fueron telefónicas, a teléfonos fijos, lo que empeora la situación ya que quedan afuera del relevamiento a quienes usan celulares y atraviesan aún una peor situación económica ya que no pueden sostener una línea fija.
El objetivo del Monitor (el primero se hizo en diciembre de 2016) es evaluar la situación y los peligros relacionados con la seguridad o inseguridad que sienten las personas en los ámbitos laboral, alimentario, social, habitacional y educativo.
A modo de conclusión el Quinto Monitor menciona que “en este primer trimestre aumentaron los índices de inseguridad social, tras una mejora que percibimos a fines de 2017. Los índices se deterioraron, en especial los que reflejan inseguridad económica y laboral”.
Esa mejora del último trimestre de 2017 no puede dejar de atribuirse a que el gobierno nacional, los dos gobiernos –el de CABA y el de Provincia de Buenos Aires– y los municipales evitaron una profundización del ajuste en el período electoral. No es casual que la reforma previsional y los brutales aumentos de tarifas fueran anunciados a fines de año y los efectos empezaron a sentirse más plenamente en 2018.
“Este quinto Monitor recién finalizado permite observar las consecuencias del rebrote inflacionario del verano, el aumento de tarifas, el techo paritario y la baja en jubilaciones y AUH producto del cambio de fórmula. Claramente relativiza los números de pobreza del gobierno que compara los segundos semestres de 2016 y 2017, su peor y su mejor momento”, explicó Matías Barroetaveña, quien dirige el CEM.
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