Aprovechando la inevitable atención que generará el Mundial de Rusia, y al mismo tiempo para dejar de lado el creciente malestar social por el ajuste y la crisis económica, el Gobierno quiere volver a meter en la agenda parlamentaria a la reforma laboral.
En las últimas horas, se reunió en la Casa Rosada la mesa chica que que integran el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
Durante ese encuentro, conversaron sobre la necesidad de alcanzar un entendimiento con el peronismo, para avanzar en varios temas ajenos al acuerdo con el FMI, un tema que no estará exento de una áspera discusión cuando se debata a fin de año el presupuesto 2019, en el que se verán los primeros signos del duro ajuste pedido por el Fondo.
Y ahí también prácticamente cerraron trato en cuanto a la conveniencia de preparar una sesión especial para tratar la reforma laboral el próximo 28 de junio en el Senado, es decir, en medio de la disputa del Mundial de Rusia.
Mientras se decidió avanzar con el aspecto menos conflictivo de la reforma, que es la creación de una agencia de salud, ahora el Gobierno quiere aprobar el blanqueo laboral, que el peronismo apoyará únicamente si se retiran de la iniciativa los cambios planteados para las indemnizaciones, un requisito que puso como condición la CGT.
El hecho es que mientras la tensión política está concentrada por estas horas en el debate sobre la legalización del aborto y el paro general de la CGT, el oficialismo intenta avanzar lentamente en el Senado con uno de los tres proyectos en los que dividió la reforma laboral.
Por eso mismo, la comisión de Salud, a cargo del radical Mario Fiad, recibió al ministro Adolfo Rubinstein, quien defendió la iniciativa que crea la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de la Salud (Agnet) a la que calificó como “la única manera de avanzar en políticas de equidad”.
Para después del Mundial, en tanto, planean debatir la reforma electoral, la ley de financiamiento de los partidos políticos y leyes de reforma de la Justicia. Todas iniciativas que Mauricio Macri intentó sacar en el Congreso en sus dos primeros años de mandato y no pudo.