Falta algo más de un año para las elecciones, y está claro que en el corto y mediano plazo no son pocos los problemas a resolver. Sin embargo, el silencio de Cristina Kirchner es lo que desvela, tanto al Gobierno de Mauricio Macri como a los referentes del llamado “peronismo racional”, porque tanto a unos como a otros esta situación les genera un vacío que no pueden llenar y dependen de lo que haga o deje de hacer la ex presidenta.
Mientras las encuestas registran que ella sigue subiendo, tanto en imagen como en intención de voto, es cada vez más evidente cómo CFK altera los nervios de quienes están esperando que confirme si será o no candidata. Y como no podría ser de otra manera, los grandes medios también se suman a este juego.
No es casualidad que en las últimas horas Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey hayan salido a decir que, sin lugar a dudas, Cristina se postulará para volver a la presidencia. Pero, eso sí, se encargan de aclarar que ellos no tienen nada que ver la actual senadora, porque es ella quien está fuera del peronismo. Es más, el senador rionegrino, como para que no queden dudas, señaló que CFK será candidata por “su partido”, Unidad Ciudadana.
Y al igual que el gobernador de Salta, no pierden oportunidad para destacar que lejos de aquel entramado del kirchnerismo, al que se sumaría un frente de centro izquierda, el peronismo que ellos dicen representar, el “peronismo dialoguista / federal / racional”, es una expresión del “centro nacional”.
En el territorio bonaerense es donde Cristina aparece mejor instalada, lo que genera no pocas tensiones dentro y fuera del peronismo. Por eso mismo, para gran parte de los intendentes del PJ, y en particular los del Conurbano, las cuentas sobre posibles candidaturas consideran en primer lugar la intención de voto de la ex presidenta en sus distritos, por lo que la posibilidad de tomar distancia, inclusive para sus críticos, depende sin embargo de esa ecuación.
Y en cuanto al gobierno macrista, cerca de la ex presidenta se preguntan, con un dejo de ironía, qué les cambia a ellos si es o no es candidata, sobre todo teniendo en cuenta que ya la jubilaron y dieron por muerto al kirchnerismo.
En ese contexto es donde cobran peso las declaraciones de Pichetto y Urtubey, porque al hablar permanentemente de Cristina, se suman a la estrategia del Gobierno, que la necesita en el centro del ring, porque hablando o discutiendo sobre ella, pasan a un segundo plano las cuestiones centrales que tienen que ver con la vida de los argentinos, como la inflación o el desempleo, por ejemplo.