Un par de tuit entre Jorge Rial y Iván Schargrodsky aniquilaron a la asociación de fiscales – todos amigos de Carlos Stornelli- que salió en defensa a “alertar
a la sociedad, con profunda preocupación, que en varias jurisdicciones de nuestro país, en donde se han realizado imputaciones a cuadros superiores de organizaciones delictivas o a imputados con alta trascendencia social, se ha pretendido atacar las investigaciones judiciales desacreditando o amedrentando la persona de los operadores, en especial a los fiscales, sin que esos cuestionamientos se plasmen o tengan éxito en los remedios recursivos propios de un proceso judicial o de impugnación”. Por eso, exhortaron “a una prudencia especial en este caso, debiendo esperar a que los estrados judiciales competentes se expidan antes de sacar cualquier conclusión o pretender afectar los procesos en marcha, lo contrario, significaría poner en riesgo los principios republicanos de nuestra nación, ya que estas presiones tratan de afectar directamente la independencia e imparcialidad del Ministerio Público Fiscal”.
Lo ridículo es que este grupo de fiscales son los mismos que “inventaron” que al fiscal Alberto Nisman lo asesinaron o persiguen brutalmente a la ex presidenta y a sus hijos, extorsionando a quienes llegan al juzgado de Carlos Bonadio.