El 27 de octubre está cada vez más cerca, y el sueño reeleccionista de Mauricio Macri, cada día más lejos. Por eso, y como un último gesto que se parece más a un desesperado manotazo de ahogado, quienes todavía rodean al presidente no tuvieron mejor idea que pensar en transformarlo en “un humano” o en “un ser de carne y hueso” para que pueda estar, no sólo cerca de la gente, sino hasta en contacto físico.
Según revela hoy la periodista ultraoficialista Silvia Mercado desde Infobae, Macri inauguró ayer la nueva estrategia de campaña: abandonar la protección de estricta seguridad que lo rodea cada vez que sale a la calle, para lanzarse el público, aún corriendo riesgos.
En la nota en cuestión precisa que “ambas actividades son un desafío para el presidente, tímido y fóbico desde que padeció el secuestro (hace casi 30 años) lo que hace que normalmente ponga distancia con las personas que se cruza”.
Al respecto, destaca que ayer en Santa Fe no solo habló con los periodistas sin el habitual “corralito”, sino que “cruzó a las personas que se habían acercado sin miedo, sacándose selfies y dejándose palmear como lo hacen políticos más tradicionales”.
“El rosarino sintió que Mauricio visitó Rosario por primera vez en mucho tiempo, no lo encerraron en esa cápsula que le ponen que es inentendible”, dijo un dirigente a Infobae, exultante al constatar cómo hay un electorado que sigue respondiendo con euforia, a pesar del contexto.
Mientras tanto, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, volvió a encargar estudios focales para conocer qué perspectivas tiene la fórmula de Juntos por el Cambio de recuperarse con vistas a las elecciones generales, y no hay muchas, pero todavía queda alguna si logran mantenerse lo suficientemente abiertos y empáticos con su electorado y logran ampliarlo con nuevos respaldos.
Con sus equipos de campaña, Peña contó que hubo una charla entre Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, donde se pusieron de acuerdo con la nueva estrategia. Y aseguró que “la identidad va a ser el eje de la campaña”.
Es más, hasta se mostró confiado en que es posible alcanzar el balotaje y dijo “en el 2015, después de las PASO, el círculo rojo y la mayoría de los expertos nos daban por muertos y decían que nos iban a ganar en primera vuelta, lo que no ocurrió”.